El próximo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, eufórico con el resultado. / Efe
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El renovado PP de Feijóo vuelve a la Xunta por mayoría

Los gallegos castigan al gobierno bipartito y PSdeG y BNG pierden sendos escaños y se sitúan en 24 y 12 diputados, respectivamente

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Galicia vuelve a ser del PP. El renovado partido de Alberto Núñez Feijóo ha logrado 39 escaños de un parlamento de 75, lo que supone uno más de los necesarios para gobernar la Xunta por mayoría. Los electores han castigado al gobierno bipartito, ya que tanto PSdeG-PSOE como BNG pierden sendos escaños respecto a 2005 y se sitúan en 24 y 12 diputados, respectivamente. Y un dato histórico para celebrar: la participación, que alcanza en estos comicios el 70,45%, frente al 64,21 de 2005, la mayor registrada desde que se celebran estos comicios.

Con una participación histórica en unas elecciones autonómicas en Galicia (70,46%), superior en más de dos puntos a la registrada el 19 de junio de 2005, el PPdeG ha conseguido sumar 54.000 votos respecto a hace cuatro años y ha superado las 757.700 papeletas a su favor. Por su parte, el PSOE ha perdido más de 28.700 sufragios en las cuatro circunscripciones gallegas y el BNG ha retrocedido en más de 40.200 apoyos. En resumen, el PPdeG ha recuperado la Xunta al haber conseguido mantener su nivel de apoyos en las provincias del interior, Lugo y Ourense, a la vez que ha logrado arrebatar un diputado al PSdeG por la provincia de Pontevedra y otro al BNG por la de La Coruña.

En la historia democrática de Galicia, la derecha (primero como Alianza Popular y después ya como Partido Popular) siempre ha sido la clara ganadora de las elecciones y ha gobernado durante 21 de los 27 años de historia autonómica (sólo una moción de censura del grupo socialista en 1987 desbancó a los populares y permitió que durante dos años gobernara un gobierno tripartito, con PSdeG, CG y BNG). Sin embargo, en 2005, y tras 16 años ininterrumpidos de Fraga en el poder, el PP se quedó a sólo un escaño de la mayoría absoluta y PSdeG y BNG le arrebataron la Xunta al aliarse y formar un gobierno bipartito. Hoy Alberto Núñez Feijóo, el sucesor del veterano Manuel Fraga, que prometió renovación en el partido y así lo ha hecho, ha logrado no sólo recuperar ese escaño perdido, sino ampliar esa diferencia a dos.

El electorado gallego ha castigado en estas elecciones los derroches de su presidente, Pérez Touriño, las compañías inadecuadas del vicepresidente, Anxo Quintana, y los malos datos económicos de esta legislatura, que dejan más de 200.000 parados en el mes de enero. Todos estos episodios han protagonizado una campaña electoral de lo más agresiva y combativa, que también ha estado marcada por la trama de corrupción en el que se ha visto envuelto el PP.

Declaraciones de los candidatos

El primer candidato en comparecer tras conocerse estos resultados ha sido el gran perdedor, el presidente del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, quien ha agradecido en primer lugar a la ciudadanía de Galicia "la participación masiva y decisiva en estos comicios". El todavía presidente de la Xunta ha transmitido su felicitación al PP y a su candidato por esta victoria: "Los electores gallegos han decidido, ellos tienen la palabra y así lo reconocemos y felicitamos al Partido Popular". Touriño ha finalizado con un acto de cura de humildad asegurando que "tomamos nota de este resultado y rectificaremos todo lo que haya que rectificar".

No ha tardado mucho en aparecer a la palestra el futuro presidente gallego, el candidato del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, quien ha convocado a "todos los gallegos" a un momento "histórico, difícil y apasionante" en el que -ha explicado- su "principal" compromiso será "luchar para que Galicia salga de la crisis". Según el ganador de las elecciones, la alta participación le concede a su victoria un "plus de legitimidad" para gobernar para "todos" y nos compromete a ir a más para entregar lo mejor de nosotros en esta tarea ilusionante que es trabajar por una Galicia próspera y abierta".

El portavoz nacional del BNG y candidato a la Presidencia de la Xunta, Anxo Quintana, ha admitido hoy que "no se cumplieron los objetivos" electorales, pero no ha aclarado si pondrá su cargo a disposición de la formación nacionalista, porque "hoy no es noche para eso". "Vamos a darnos la oportunidad de poder meditarlo con calma e intentar en las soluciones no cometer los errores anteriores", ha apostillado.

Rajoy versus Zapatero

El 1-M han sido algo más que unas elecciones autonómicas. Lo cierto es que tanto los comicios gallegos como vascos se han presentado, en buena medida, como una batalla entre Rajoy y Zapatero por lo que los dos se estaban jugando en ambas elecciones. El líder popular se enfrentaba a los primeros comicios después de la renovación del PP que llevó a cabo en el Congreso de Valencia y tras la derrota de las elecciones generales del pasado año.

Se presentaba así con una organización renovada enteramente por él, en la que ha tratado de dejar a un lado las herencias de Aznar. A pesar de que el dirigente popular llevaba repitiendo desde el verano que tanto los comicios gallegos como los vascos no suponían una reválida para él, lo cierto es que Rajoy, muy consciente de lo que se jugaba en estos comicios, se ha volcado en la campaña gallega como si fuera la suya propia. Así lo atestiguan los más de 7.000 kilómetros recorridos en Galicia e incluso el vídeo de cierre de campaña en el que todo el tiempo aparecía Mariano Rajoy y apenas se veían un par de imágenes de Núñez Feijoo.

Finalmente, los resultados de hoy han dejado un claro ganador, Mariano Rajoy, quien afianza su liderazgo con la victoria clara cosechada en Galicia, a pesar de una campaña electoral marcada por la investigación de una trama de corrupción de empresas que contrataban con el PP y de tres dimisiones de cargos populares relacionados con la misma. El contrapeso, utilizado por los populares, de los gastos de Touriño en su despacho, las dependencias de la Xunta y su vehículo, y la cacería sin licencia del titular de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, con el juez que investiga el caso Gürtel, que finalmente le costó el puesto al ministro, pueden haber contribuido también a inclinar el fiel de la balanza hacia el lado popular en unos resultados que se preveían muy ajustados.

Jornada en calma total

Galicia ha sido hoy un ejemplo de conducta. La jornada electoral, que se abrió a las 9 de la mañana y se cerró a las 8 de la tarde, ha transcurrido con total normalidad, aunque con pequeñas anécdotas y desencuentros. Los tres candidatos a la Presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, han ejercido su derecho al sufragio puntualmente a las 11.00 horas de la mañana sin ningún tipo de altercado, en contraposición con lo sucedido en el País Vasco, cuya jornada se ha saldado con cinco detenidos. Incluso hay que destacar la rapidez con la que se han hecho públicos los resultados, cuyo chorreo empezó poco después del cierre de los colegios y cerca de las 10 ya se conocía el resultado oficial.