Sarkozy atiende a las explicaciones de uno de los directivos de PGA Electronic durante su visita a la fábrica. / Afp
FRANCIA

Sarkozy defiende su política de empleo a 24 horas de la huelga general convocada por los sindicatos

Aunque asegura "comprender" los problemas que atraviesan los trabajadores afectados por la crisis, apuesta por "ser decididos" para no "caer en el inmovilismo"

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El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se ha mostrado firme en la defensa de las medidas para favorecer la creación de empleo de su Gobierno, pese a las críticas de los sindicatos, que han convocado una jornada de huelga general para el próximo jueves. "Tengo que decidir con sangre fría, con calma, no tengo que hacerlo en función de lo que diga un periódico o del que grita más fuerte", ha asegurado.

El mandatario ha manifestado "comprender" los problemas que atraviesan los trabajadores afectados por la crisis económica, que se encarnarán en la huelga general que amenaza con paralizar el país el jueves. Pero Sarkozy no cambiará el rumbo de sus reformas a causa de esa jornada, porque aunque dijo estar "abierto al diálogo, a la concertación", ha apostado por "ser decididos" para no "caer en el inmovilismo".

Asimismo, ha recordado las principales medidas para mantener el empleo, que ha resumido en la mejora de la indemnización parcial para los parados y en la creación de zonas especiales de reinserción en aquellos lugares en los que el tejido económico se ha visto más afectado. El objetivo, según Sarkozy, es que la crisis no provoque una explosión del paro en el país y que las empresas no aprovechen el contexto mundial para deslocalizar su producción.

A finales del año pasado, el paro superó en Francia los dos millones de personas, el 7,8 por ciento de la población activa. "Mi proyecto es mantener las fábricas en Francia, conservar los empleos en Francia y aprovechar la crisis para modernizar el país", ha asegurado Sarkozy.

Pese a las "inquietudes" que genera la situación económica, el presidente se ha mostrado "decidido" a mantener sus reformas para "adaptarse y construir una economía más fuerte". A modo de ejemplo, ha recoraddo que el Gobierno ultima un plan para ayudar al sector del automóvil, aunque señaló que la condición indispensable es que la producción se mantenga en suelo francés. El propio Sarkozy anunciará las medidas concretas a mediados del mes próximo.

No convence a los sindicatos

El dispositivo a favor del empleo que ha puesto en marcha el Ejecutivo francés no ha convencido a los sindicatos, que se han puesto de acuerdo para convocar una huelga general que vendrá acompañada de manifestaciones en diversas ciudades del país.

Los representantes de los trabajadores reclaman más firmeza contra los expedientes de regulación de empleo para evitar que los empresarios aprovechen el contexto económico para reducir sus plantillas. Además, piden que las ayuda públicas se concedan exclusivamente bajo la condición de que se mantengan los empleos en suelo francés y que las jornadas de reducción de empleo en las empresas por la caída de la demanda sean aprovechadas para formar mejor a los trabajadores. Finalmente, los manifestantes reclamarán que el Estado renuncie a su plan para reducir 30.000 puestos de funcionarios durante este año.