«Me voy con las manos limpias y la conciencia tranquila», asegura Calderón en su despedida

El presidente del Real Madrid, Ramón Calderón ha hecho pública su decisión de dimitir del cargo,"en contra de la opinión y voluntad de los miembros de la Junta Directiva". "No soy un cobarde y no tengo nada que ocultar", ha defendido un emocionado calderón, quien ha anunciado en rueda de prensa que el valenciano Vicente Boluda será su sustituto hasta las elecciones del club que se adelantan al mes de junio.

Calderón ha dicho que "entrega su cabeza, tan perseguida desde el inicio de mi mandato" para ayudar a "apaciguar a una masa social permanentemente alterada y convulsa ante las informaciones que diariamente difunden los medios de comunicacion con absoluto desprecio a codigos morales". Estas palabras del hasta hoy máximo dirigente del club blanco, aluden al escándalode la última asamblea de compromisarios del Real Madrid, destapado por el diario Marca.

En su despedida, Calderón ha reconocido que "he cometido muchos errores, nunca irregularidades" y ha querido limpiar el nombre de su familia, agradeciendo a su madre, a sus hermanos y sobre todo a su mujer Teresa, a la que se ha dirigido con lágrimas en los ojos, su apoyo. "Es una mujer excepcional, sin la que nunca hubiera conseguido nada en mi vida". Calderón ha reconocido que su familia ha soportado los "sinsabores, ausencias y problemas" de su cargo y ha denunciado las "agresiones y calumnias" que han tenido que soportar sus tres hijos, Leticia, Jaime y Mariana, como consecuencia de ser hijos del presidente del Real Madrid.

El hasta ahora presidente merengue también se ha acordado los jugadores y entrenadores de todas categorías de fútbol y baloncesto del club, de los que ha dicho que son "unos auténticos profesionales" y ha señalado que "todos están en condiciones de ganar en las competiciones que están disputando".

La intervención de Calderón ha concluido con un "Dios les bendiga". Entonces, mediante un abrazo ha cedido el testigo a su sucesor, el empresario naviero Vicente Boluda, quien ha dirigido sus primeras palabras como mandatario del club, para confirmar que el próximo verano se celebrarán elecciones a la presidencia de la entidad. Boluda ocupa la vicepresidencia del Real Madrid desde el 19 de diciembre de 2006, cuando fue designado por unanimidad por la junta directiva.

Despidos en sus filas

Esta dimisión de Calderón llega forzada por el escándalo destapado esta semana por el diario Marca, que desveló que en la asamblea de socios del pasado mes de diciembre se infiltraron falsos compromisarios para inclinar a favor del presidente y su Junta las distintas votaciones. El escándalo provocó el miércoles el despido de Mariano Rodríguez 'Nanín', trabajador del departamento de socios, y la dimisión de Luis Bárcenas, director general de socios, al ser considerados los verdaderos culpables de haber infiltrado personas que no eran asambleístas.

Calderón defendió ese día su inocencia y juro por su "honor" y el de sus directivos que ninguno de ellos había tenido que ver con la inclusión de falsos compromisarios en la asamblea. Dos días después ha dejado de ser presidente del club blanco.

Declive el segundo año de presidencia

La presidencia de Ramón Calderón ha estado dominada por dos títulos de Liga, fracasos sonoros en la Liga de Campeones y en la Copa del Rey, agitadas asambleas de socios y errores en la planificación de la segunda mitad de la actual temporada. Pero a Calderón se lo ha llevado por delante la polémica asamblea, en la que vivió un tenso turno de preguntas y escuchó voces que pedían su dimisión, mezcladas con gritos de "presidente" de otros socios que, como invitados, no tenían derecho a voto.

El escándalo minó la credibilidad de Calderón, que en ese mismo mes soportó la dimisión del técnico de la cantera, el ex jugador Michel, y malos resultados del equipo, que condujeron a la destitución del entrenador Bernd Schuster y su reemplazo con Juande Ramos.

Calderón ya había tenido que afrontar el 18 de mayo una tensa asamblea general extraordinaria de socios, que rechazó su propuesta de modificación de los Estatutos por 682 votos a favor en contra, 150 a favor y 34 abstenciones y gritos de "dimisión, dimisión".