El Reino Unido se volcará en la obra pública para crear 100.000 empleos

La creación de empleo es la mayor prioridad para Gordon Brown. El primer ministro británico anunció ayer en una entrevista exclusiva al diario The Observer un ambicioso plan público de infraestructuras que tiene el objetivo de generar 100.000 puestos de trabajo. Significará, en base a sus palabras, una versión moderna de aquel New Deal de Roosevelt que en los años treinta sacara a Estados Unidos de la Gran Depresión. Implicará fuertes inversiones en la construcción de hospitales, restauración de escuelas, creación de nuevas líneas ferroviarias, mejora de carreteras... Pero también -y ahí reside el carácter contemporáneo del programa- en el desarrollo de las nuevas tecnologías y en la creación de un nuevo modelo económico respetuoso con el medio ambiente.

«No nos vamos a quedar cruzados de brazos mientras los ciudadanos sufren dificultades», aseveró Brown. «Quiero demostrar que tenemos capacidad para crear, a través de la inversión y el empleo público más de 100.000 nuevos puestos de trabajo». La iniciativa, según explicó el líder laborista, estará financiada con nuevas partidas presupuestarias creadas a partir de las reservas del país.

Una de las prioridades será la creación de empleo en las industrias digitales. Gordon Brown asegura que la inversión en avances tecnológicos como los nuevos sistemas de banda ancha representan el equivalente contemporáneo del New Deal norteamericano. «Si hablábamos de carreteras, puentes, o líneas ferroviarias que fueron construidas en épocas anteriores para atajar periodos de recesión economía, en esta nueva era también deberemos tener en cuenta las infraestructuras digitales cuando nuestro objetivo es reactivar la economía», aclaró el primer ministro.

Y en este nuevo contexto el respeto por el medio ambiente, más allá de representar un problema, «es parte de la solución», en palabras de Brown. La inversión en proyectos ecológicos, como la energía eólica o la construcción de automóviles eléctricos, puede generar empleo y además contribuir al diseño de «un nuevo modelo económico» combativo con el cambio climático que quede en herencia para las nuevas generaciones, relató el dirigente laborista, quien aseguró asimismo que sus programas ecológicos tendrán incluso mayor envergadura que el multimillonario Green New Deal estadounidense planteado por Barack Obama.

La implantación de nuevas medidas para reactivar los alarmantes niveles de concesión de créditos entre las entidades bancarias es otro de los puntos prioritarios para el líder británico. Pero Brown descarta un nuevo plan de rescate para el sector financiero. «No es el principal punto en la agenda. Lo más importante es conseguir el restablecimiento del crédito por otras vías», subrayó a The Observer. El comportamiento de ciertas entidades bancarias han decepcionado al mandatario. «Estoy enfadado por la manera en la que algunas instituciones financieras, nacionales e internacionales, han sido gestionadas. Si ha habido personas que han violado la ley tendrán que ser castigadas -garantizó-. Estamos a favor del libre mercado, pero no de un mercado libre de principios».

Regulaciones estrictas

A la pregunta de si siente algún tipo de remordimiento y cree que podía haber hecho algo más para impedir la crisis actual a lo largo de los años que estuvo al frente de la cartera de británica de Economía, Brown manifestó que «la verdad es que ni los directivos de las mayores entidades financieras podían imaginarse lo que se avecinaba, la magnitud de los riesgos que se estaban tomando».

De lo único que se arrepiente -dijo- es que, en su momento, no fue capaz de convencer a otros países para que se impusieran regulaciones más estrictas a los mercados financieros internacionales. «No quiero parecer arrogante, pero hace ya diez años, tras la crisis asiática de 1998, conversé con otros gobiernos sobre la necesidad de implantar nuevas regulaciones, y no logré convencerlos», se lamentó.

En Alemania también se tomarán en breve nuevas medidas contra la crisis. El Partido Socialdemócrata (SPD), integrado en el gabinete de Angela Merkel, acordó ayer una propuesta de segundo plan de reactivación económica por valor de 40.000 millones de euros.