Los principales partidos políticos vascos acusan a las formaciones rivales del fracaso en la unión de cajas

La noche de ayer dejaba la noticia de la frustrada fusión de las cajas de ahorro Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK), vizcaína, y Kutxa, guipuzcoana, pues la asamblea de esta última renunció. Y en el día de hoy los representantes de los principales partidos de Euskadi se han dedicado a culpar a los demás de torpedear políticamente una unión supuestamente económica.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha acusado nada menos que tanto al PSE-EE como al PP y a la 'izquierda abertzale' de "unir sus votos" para impedir una unión que, a su juicio, “llegará” de todos modos. La versión del presidente del PP vasco es que el fracaso es consecuencia de que “al PNV le importa más el poder para la independencia que para el bienestar”, y según el PSE era también el PNV el motor de “una fusión amañanada”.

Empezando por Urkullu, quien ha participado en la localidad vizcaína de Sukarrieta en un acto del PNV para conmemorar el fallecimiento del fundador del partido, Sabino Arana, sus oponentes de otras tendencias han "impedido" la creación de una "gran entidad de ahorro con la que afrontar con más garantías la crisis económica. Lo único que les preocupa es lo suyo y no que los ciudadanos sufran con más rigor la crisis económica".

El dirigente nacionalista, que ha felicitado a los presidentes de la BBK y Kutxa "por el trabajo realizado", ha enfatizado que "la fusión llegará" ya que este proyecto "es un partido a doble vuelta y lo van a ganar los vascos y las vascas". En su opinión, "los intereses políticos de Madrid y de los partidos con complejos de territorialidad se han vuelto a imponer sobre las necesidades de nuestra sociedad".

El PP habla de "deriva soberanista" del PNV

De otra opinión es Basagoiti, quien ha intervenido en un acto de su partido en Bilbao. Para él, la fusión no ha prosperado porque "el PNV está en decadencia y es incapaz de hacer lo que se propone. El petardazo de la fusión es la recolecta de lo que el PNV ha sembrado en estos años".

En declaraciones a los periodistas, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, señaló que el resultado de este proyecto "es un auténtico fracaso del PNV, del Gobierno de Ibarretxe y de una política de imposición, jugando con el futuro de las instituciones financieras más importantes del País Vasco".

Oyarzabal dijo que en el PP "nos alegramos" de que "la sociedad traslade al Gobierno que está cansada de políticas de imposición" y de que "las cajas vayan a seguir estando al servicio de los pequeños ahorradores y no a los intereses que quiera el PNV", aunque BBK y Kutxa "salen muy tocadas" del proceso.

“Imposible sin consenso”, según el PSE-EE

Y las palabras del secretario general de los socialistas vizcaínos, José Antonio Pastor, han seguido el hilo de que la negativa de ayer a la unión demuestra que una operación así es "imposible de construir sin acuerdo y el consenso".

Según ha informado el PSE-EE en un comunicado, Pastor ha realizado esta valoración hoy en un acto político celebrado en Durango (Vizcaya). “Aquí no valen imposiciones, ni órdagos ni trágalas, porque así no se construye país".

Jose Antonio Pastor ha opinado que "era el control político del PNV y no la necesidad económica" lo que ha impulsado "esta fusión amañada a dos". Así, ha asegurado que el "fracaso no es bueno", pero "de lo malo, nos queda ahora la posibilidad de recuperar el espíritu de acuerdo que los socialistas quisimos alcanzar en su día para fusionar las tres cajas desde la responsabilidad".

Para Pastor "detrás de las posiciones políticas maximalistas de Ibarretxe", ha habido también una "administración del poder muy pegadita al suelo. Los ámbitos de poder menores", ha argumentado, "han sido copados por nacionalistas y por quienes se han movido a su alrededor para sacar tajada de la situación", por ello, es "tan importante que en las próximas elecciones se acaben esos 30 años de abuso del poder".