ENTREGA. Juan Ruesga recoge el galardón de manos de la consejera Rosa Torres. / ANTONIO VÁZQUEZ
Cultura

Juan Ruesga recoge el Manuel de Falla «con la mirada puesta en el futuro»

El arquitecto y escenógrafo considera el galardón «un acicate para poner la experiencia de todo lo vivido al servicio de nuevas ideas y nuevos objetivos»

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Cuando la consejera Rosa Torres llamó a Juan Ruesga para comunicarle que había ganado el Premio Manuel de Falla 2008, el arquitecto sevillano ultimaba los detalles de su próximo montaje. «Me pilló en plena tarea, sobre las tablas de un teatro», reconoció ayer el galardonado. «Así que me lo tomé como un bonito reconocimiento a mi trayectoria, pero también como una señal de que mirar al pasado tiene que servir para tomar fuerzas de cara al futuro, porque esa experiencia debe ponerse siempre al servicio de nuevas ideas y de nuevos objetivos».

Vitalista y emocionado, Ruesga recogió de manos de Rosa Torres la medalla que acredita su aportación al ámbito de las artes escénicas y musicales. La consejera resaltó que el reconocimiento ha recaído en el escenógrafo porque «tiene una personalidad creativa que se resiste al encasillamiento, a la simplificación, ya que sus principales aportaciones han llegado desde campos tan diversos como la arquitectura, los contenidos museísticos, la escenografía, la puesta en escena, la gestión y el asociacionismo cultural».

«Pocas personas tienen un conocimiento más profundo y más poliédrico de la escena andaluza que Juan Ruesga, a quien quiero agradecer la labor desarrollada como director del Centro Andaluz de Teatro (CAT) y como asesor de nuestro programa de Rehabilitación de Teatros Públicos», agregó Torres.

Pedro Álvarez-Ossorio, dramaturgo y director teatral, fue el encargado de glosar la figura de Juan Ruesga durante la ceremonia de entrega del galardón.

«Aún recuerdo cuando Juan apareció en 1969, junto con otros dos arquitectos interesados en la creación escenográfica, mostrando ya por entonces su firme compromiso con la democracia», explicó. «Sus diseños intentan vincular al actor y al escenario, servir al texto y a la vez ser una parte activa de la obra, no sólo un objeto pasivo».

«Nuestro premiado - aseguró Torres- además de hacer teatro, de diseñar universos escénicos, de acotar el infinito por el que transita en origen el verbo, ha hecho teatros, contribuyendo a crear en nuestro territorio una de las redes de infraestructuras culturales más importantes de nuestro país. Y más allá de esta labor desde lo público, quisiera destacar su compromiso ciudadano y su vigoroso civismo».

El jurado del Premio Manuel de Falla está presidido por la periodista Rosalía Gómez e integrado por Sergio Casado, presidente de ACTA (Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Andalucía); la pianista y compositora Inmaculada Almendral del Río; la empresaria teatral Sara Molina y la jefa de programación Gran Teatro de Córdoba, Ana Linares.

«Lo único que espero es que las nuevas generaciones que se acerquen al teatro puedan disfrutar del camino que nosotros, modestamente, ayudamos a abrir», explicó Ruesga, que dejó claro que el premio «no es el final de nada, porque estoy muy vivo y me quedan muchos años aún por consagrarme al teatro».

dperez@lavozdigital.es