Seehofer responde a los periodistas en la sede de la CSU. / AFP
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La CSU nombra a Seehofer jefe del partido y del Gobierno bávaro

La crisis de liderazgo en Baviera duró escasos 10 días. Después de una corta lucha de poder tras la debacle electoral, una aparente tranquilidad regresó ayer al seno de la Unión Social Cristiana (CSU), cuando el grupo parlamentario del partido designó al actual ministro de Agricultura, Horst Seehofer, como sucesor de Beckstein para el cargo de primer ministro.

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La decisión revive en el estado la figura tradicional del 'Landesvater' -padre de la nación- que encarnaron en el pasado Franz Josef Strauss y, más recientemente, Edmund Stoiber. Ambos ocuparon los cargos de jefe del partido y del estado bávaro.

Hace una semana Seehofer fue designado para ser el máximo líder de la CSU, una resolución que debe ser ratificada en un congreso extraordinario de la formación el 25 de octubre. Ayer, Seehofer fue elegido con el 88,4% de los votos de los diputados para ocupar el cargo de jefe del Gobierno.

«Es una responsabilidad gigantesca», expresó el líder de la CSU al referirse a los desafíos que tiene por delante. En primer lugar, los socialcristianos esperan recuperar los votos perdidos en las elecciones del 28 de septiembre, preparar a su partido para los comicios europeos y nacionales del próximo año y reforzar su presencia en Berlín.

Pero Seehofer tendrá la ingrata misión de gobernar con un socio, una situación inédita para la CSU en los últimos 42 años y que puede causar fricciones en el seno del Gobierno federal, donde el partido integra la gran coalición. Aún así, la designación de Seehofer como futuro jefe del Ejecutivo bávaro fue aplaudida por la canciller, Angela Merkel, quien señaló que su actual ministro era la «personalidad apropiada» para conducir a la formación.