ASAMBLEA. La junta de personal reunió a los empleados en el hospital. / ÓSCAR CHAMORRO
Ciudadanos

Los trabajadores del Puerta del Mar se enfrentan al SAS e inician movilizaciones

La Administración acusa a los sindicatos de «mentir» y sostiene que la reordenación de servicios no conlleva una pérdida masiva de contratos

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La situación continúa tensa en el Hospital Puerta del Mar. La junta de personal del centro convocó ayer una asamblea informativa para votar el calendario de movilizaciones contra los recortes de personal y el cierre de camas y una serie de reivindicaciones que trasladarán a la gerencia. Con esta reunión, a la que asistieron entre 400 y 500 profesionales sanitarios según los sindicatos, los trabajadores han plantado cara al SAS, ante la «falta continuada de información y el cierre de camas», de la que dicen no haber sido consultados.

Una de las exigencias fue la reincorporación de los 38 trabajadores eventuales a los que no se ha renovado. Según explicaron, estos empleados eran de larga duración y formaban parte de una plantilla estructural. «No estamos hablando del personal que ha cubierto vacaciones, algunos llevaban hasta dos años en el hospital». También se hizo hincapié en las condiciones laborales de algunas áreas como cocina o las urgencias pediátricas, donde «se ha obligado a los profesionales a realizar labores que no les corresponden en función de su cargo». Ése es el caso de los celadores de las urgencias infantiles, donde se ha prescindido de las auxiliares administrativas.

Los asistentes también dieron un toque de atención a los propios sindicatos a los que acusaron de «ir cada uno por su lado durante demasiado tiempo». Los colectivos laborales asumieron su culpa y se comprometieron a que todas las siglas encabezaran las protestas. En la mesa de coordinación se sentaron delegados de CC OO, UGT, Satse, Ustea, CSI-CSIF y Autonomía Obrera. El único que no unió su nombre fue Sindicato Médico. No así, su portavoz, Francisco Suardíaz, mostró su apoyo a las reivindicaciones y adelantó que su organización participará en las protestas. Las fuerzas sindicales aconsejaron a los trabajadores acudir a las protestas con la ropa de trabajo y no volver a doblar turnos en ningún área. «No vamos a sacarles más las castañas del fuego», dijo Miguel Molina del CSI-CSIF, que actuó como presidente de la junta de personal.

La gerencia del hospital no se personó en la asamblea ni hizo declaraciones al respecto. No obstante, fuentes del hospital consideraron «excesiva» la actitud de la junta de personal y recordaron a los sindicatos que «el 80% de la plantilla del centro tiene un contratos estable y el 20% goza de una vinculación prolongada por necesidades del servicio». Las fuentes consultadas insistieron en que a la plantilla de eventuales se les sumó el 15 de septiembre un total de 123 empleados más, por lo que acusaron a los sindicatos de «atemorizar a la población con una merma de la calidad de la asistencia». También los recriminaron por anunciar recortes de 300 puestos de trabajo, «que no se han producido».

El delegado del Salud, Hipólito García, también se pronunció ayer y recalcó que «no se va a producir ningún despido, esto no es un ERE». Aún así, el responsable sanitario admitió que «la información que se ha facilitado a los sindicatos es poca», pero es una «decisión interna» de la dirección y respecto a las bolsas de ineficacia, que tantas ampollas ha levantado entre los trabajadores, puntualizó que «en ningún momento he querido decir que los profesionales no hagan bien su trabajo, sino que la estructura actual no es la más efectiva».

García reconoció que la situación económica también afecta al momento actual, pero dejó claro que «la reordenación de servicios ya era una idea que se barajaba antes de que la coyuntura fuera adversa». «Tendremos que hacer un análisis profundo y realizar la mejor gestión», apostilló.

emartos@lavozdigital.es