ESTRELLAS. Woody Allen y Javier Bardem -en el estreno en Los Ángeles de 'Vicky...'- brillarán hoy en San Sebastián. / AP
Woody Allen y Javier Bardem inician el goteo de estrellas en la gran fiesta del cine

San Sebastián alza el telón

Los 90 metros de alfombra roja -perdón, fucsia- que tapizan el paseo de la Zurriola hasta el Kursaal son el mejor barómetro del festival. Allí coincidirán desde hoy actores, prensa y público. Sin embargo, calibrar la salud de una edición por el número de flashes no deja de resultar ingrato.

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Este año, como el anterior, ha-brá estrellas en San Sebastián. Los cazadores de autógrafos, los programas rosa y las secciones de Gente pueden estar tranquilas. No ha debido ser fácil convencer a Woody Allen, Meryl Streep, John Malkovich y el mayor astro de todos, si atendemos a la recaudación de sus comedias: Ben Stiller. El patán de Algo pasa con Mary presenta junto a Robert Downey Jr. Tropic Thunder, una sátira de las películas bélicas sobre Vietnam tan inteligente que la sesuda Cahiers du Cinéma -no es broma- la sitúa en lo más alto de su cuadro crítico.

Donostia será durante diez días un mercado de vanidades con pe-riodistas a la carrera y gritos ante la puerta trasera del hotel María Cristina; la principal, la bonita, sigue otro año más clausurada por las obras del párking colindante. La gasolina que alimenta todo este circo son las películas, y aquí, hasta esa cinta iraní donde se ve crecer la hierba disfruta de un aforo a reventar. Los dos primeros días ya se habían vendido 50.000 entradas. En total, se superarán de largo los 100.000 espectadores. No está mal para una ciudad de 180.000 almas.

Belén Rueda y Edurne Ormazabal presentarán la gala inaugural (La 2, en diferido a las 21.30 horas). Saldrán los protagonistas del día, Woody Allen y Javier Bardem, que exhiben en Zabaltegi Vicky Cristina Barcelona, ese paseo turístico producido por Mediapro, que alguna lengua viperina ya ha rebautizado Toma el dinero y corre. Penélope Cruz, su protagonista, no está, pero al menos sonríe desde una valla de L'Oréal frente al Victoria Eugenia.

También brillará Antonio Banderas, que mañana recibe un Premio Donostia que, según blogs, le viene un poco grande. El malagueño abre la sección oficial con The other man. A todos los eclipsará en fervor quinceañero un invitado a la gala: Miguel Ángel Silvestre, el Duque de Sin tetas no hay paraíso.

Meryl Streep insuflará glamour a la recta final del Zinemaldia cunado recoja el segundo Premio Donostia el viernes 26.

Alejados de los focos, una manada de cinéfilos que abarrota pensiones y se hacina en casas de amigos sobrevivirá a base de pinchos en la Parte Vieja mientras devora ciclos paralelos: las comedias de Mario Monicelli, que capturan el ser de Italia, las desgarradas crónicas familiares de Terence Davies, el sorprendente cine negro japonés...

De ETA al Opus Dei

Tiro en la cabeza o Tiro bat buruan. Como no tiene diálogos, de las dos formas se titula en el póster la nueva película de Jaime Rosales, que con La soledad se convirtió en el sorprendente triunfador de los últimos Goya. El atentado de ETA en Capbreton, en el que murieron dos guardias civiles, inspira una cinta rodada con teleobjetivo, que sigue al minuto la jornada cotidiana de un te-rrorista. La expectación que ha despertado el filme puede devenir sopor en el espectador no avisado, que desconozca el particular estilo del director de Las horas del día. La Concha de Oro se la disputarán otras tres cintas españolas: El patio de mi cárcel, una crónica carcelaria de Belén Macías protagonizada por chicas; El nido vacío, un drama entre padres e hijos del argentino Daniel Burman; y Camino, la tercera película de Javier Fesser, que de Mortadelo y Filemón pasa a poner en la picota al Opus Dei con la historia real de una niña, hija de una familia de la obra, que murió en loor de santidad a los 14 años, tras diez meses paralítica y postrada. La casa de mi padre trata de arrojar luz al problema vasco, a través de la relación entre un pelotari que regresa a Euskadi (Carmelo Gómez) y su sobrino borroka (Juanjo Ballesta).