Sociedad

Vueltecita por las nubes

La elite de la aviación acrobática aterriza en Cádiz y prepara el Festival Aéreo que llenará mañana de piruetas el cielo sobre la Playa de la Victoria

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los que tengan problemas de cuello, que se queden en casa. Y to-dos los demás, a la playa, el domingo, el día en que Cádiz mirará al cielo para vivir su particular Top Gun en la Playa Victoria. Desde el mediodía hombre y máquinas dinamitarán las leyes de la física y la lógica con unas piruetas que ayer ya dejaron más de una boca abierta.

Desde la mañana, los participantes escandalizaron para bien a los plácidos bañistas. Los motores de los cazas silenciaban la megafonía bajo un cielo de loopings, frenadas y tirabuzones que prepararon la expectación para el domingo.

Será el día de la élite del cielo. Los profesores de vuelo de distintas academias que habitualmente forman a los Maverick españoles dejarán a un lado la rutina del trabajo para demostrar de lo que son capaces cuando la tierra se convierte en una mera referencia que se acerca y aleja a gran velocidad, cuando la mecánica de fluídos toma la palabra.

Los superhombres son parte de las tres patrullas acrobáticas del Ejército del Aire. La Patrulla Águila, compuesta por aviones de instrucción C-101 y con sede en la Academia General del Aire en San Javier (Murcia) es la estrella del día. Sus antecedentes se remontan al año 1954, fecha en la que se creó la Patrulla de la Escuela Básica de Matacán en Salamanca. Es actualmente el grupo acrobático que representa al Ejército de Aire y este año cumple su vigésimo primera temporada de actividad, con más de 16.000 horas de vuelo.

Desde su nacimiento en 1985, despliega sus acrobacias sobre las cabezas de personas de todo el mundo en grandes ceremonias.

Juntos, no revueltos

Los profesores de la Academia general del Aire son los que vuelan; un grupo de profesionales prefectamente coordinados y hermanados bajo el lema Juncti sed non uncti (juntos pero no revueltos, más les vale). Muy juntos. Tanto que las tablas coreográficas ponen al límite la capacidad del C-101, pero también la de sus cuerpos. Los pilotos viajan a entrenarse a un centrifugador -famoso por la escena de la película de James Bond- en el que se reproducen las condiciones de vuelo. Y no son cómodas, gracias, en parte, a la fuerza G, derivada de la atracción que nos mantiene con los pies en la Tierra. Tienen que entrenarse para soportar hasta siete G, que es exactamente nuestro peso multiplicado por siete. A más de nueve G, se produce la muerte. Ellos ejecutan su sugerente ballet bajo presiones infernales gracias también a los sofisticados trajes que visten y que presionan las extremidades para que la sangre se escape lo menos posible del cerebro. Eso, cuando suben, ya sea hacia el cielo o hacia la tierra boca abajo. En el caso contrario, la sangre hace un viaje inverso y experimentan, elevada a la enésima potencia, la sensación del resto de los mortales cuando se cuelgan de los pies.

Otras de las estrellas del día serán la patrulla Aspa, que dibujará sus acrobacias con los helicópteros Colibrí y la patrulla Papea de paracaidistas, que abrirán el espectáculos con sus precisos saltos. También harán lo propio sobre la playa de La Victoria cazabombarderos F18 y F1, además de un caza naval Harrier de la Armada, capaz de posarse en lugar de aterrizar -incluso sobre el agua- y de despegar verticalmente.

Los héroes de los aviones de lucha anti incendios Canadair también demostrarán frente a la Victoria las ajustadas maniobras que les permiten tomar agua y soltarla sobre las llamas, amerizar e incluso maniobrar como si de un barco se tratase. Les acompañarán aviones Mirage F-1, y el acróbata Juan Velarde con su Sukhoi 26M y un Eurofighter de la Aeronáutica Militare Italiana, además de un grupo de Yakovlev.

El festival andaluz, que forma parte del circuito de exhibiciones en playas españolas en las que participa el Ejército del Aire, se une a las demostraciones celebradas en las ciudades de Vigo, Gijón, Barcelona y Valencia. «Nos faltaba algo y ese algo era un festival en el Sur», aseguraba ayer en rueda de prensa el coronel Alfredo Kindelán Camps.

El subdirector del Museo de la Aeronáutica y Astronáutica del Ejército del Aire, tranquiliza a los gaditanos. «Las condiciones de seguridad son máximas, incluso molestas a veces para los pilotos. Ningún avión va a volar sobre las personas», dijo ayer en rueda de prensa. Según el coronel, la asistencia de público al festival del domingo puede ser masiva. En otros festivales como el reciente en Vigo, las autoridades municipales registraron una fluencia de hasta 350.000 personas. «El Ayuntamiento de Cádiz puede tener un problema de tráfico», bromeaba Kindelán. El mayor de los conciertos celebrados este verano en la playa de la Victoria -Operación Triunfo- congregó a 100.000 personas según el Ayuntamiento.

Para atender a la previsible masa de espectadores de localidades vecinas y del centro de la ciudad -coger el coche no es una buena idea mañana-, la Delegación de Transportes reforzará sus líneas y el Consorcio de Transportes de la Bahía de Cádiz hará lo propio con sus líneas a San Fernando, Chiclana y Puerto Real que funcionarán con horario de día laborable. Renfe ha confirmado refuerzos en los trayectos de Cercanías.

apaolaza@lavozdigital.es