RADAR. Los accidentes en la curva de Torregorda se redujeron al controlarse la velocidad. / LA VOZ
Ciudadanos

Dos años y medio de cárcel por causar dos muertes en un accidente de tráfico

Las víctimas acompañaban al joven, que conducía sin carné y en estado ebrio La acusación exigía cuatro años de pena, pero se llegó a un acuerdo previo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aquella mañana de sábado (un 29 de mayo de 2004), Juan Cruz -por entonces de 23 años- su compañera y otra pareja de amigos volvían en coche desde Cádiz por la carretera que une la capital con San Fernando. Eran las 8.20 horas cuando en la curva de Torregorda, en lugar de reducir la velocidad como indican las señales y el sentido común, Juan decidió adelantar una furgoneta Kangoo.

Lo pronunciado de la curva -uno de los puntos negros más siniestros de las carreteras gaditanas-, la excesiva velocidad, pero sobre todo el elevado nivel de alcohol que soportaba el joven conductor en su cuerpo se unieron para provocar un aparatoso accidente, que se cobró dos víctimas mortales: fallecieron dos acompañantes del conductor, una chica y un chico también de 23 y de 25 años, que además no llevaban los cinturones de seguridad puestos. La tercera acompañante quedó herida muy grave y el conductor resultó ileso.

Ayer, cuatro años después del accidente, el Juzgado Penal número 4 de Cádiz celebraba el juicio sobre aquella temeraria maniobra, por la que Juan Crespo -ahora con 27 años- ha sido condenado a dos años y medio de cárcel como responsable de un siniestro que no fue del todo fortuito, ya que el conductor carecía de carné de conducir, de seguro de coche y, además, dio positivo en el control de alcohol, con un nivel en aliento de hasta 0,91 gramos por litro de sangre (el máximo para conductores sin carné era de 0,15 gramos).

El golpe fue «brutal» según relataron entonces los testigos: al intentar adelantar, el Ford Orión que el joven conducía golpeó a la furgoneta por detrás aunque ésta apenas sufrió el choque. El vehículo de los jóvenes, en cambio, sí perdió el control y acabó rodando por la carretera golpeándose contra las medianas y quitamiedos, para terminar dando varias vueltas de campana.

Las familias de las víctimas exigían en un principio hasta cuatro años de prisión, la máxima pena posible en este tipo de casos, según informó el abogado de la acusación. La Fiscalía, por su parte, pedía una pena ligeramente inferior de tres años y seis meses.

Sin embargo, ayer, antes del juicio la acusación y la defensa llegaron a un acuerdo por el que se reduciría la exigencia de cuatro años a tan sólo dos y medio, con la condición de que tanto el acusado como la Fiscalía renunciaran a presentar recurso a la sentencia. De este modo, la ejecutoria podría llevarse a cabo en las próximas semanas. A la pena de prisión se le suma, además, otra que inhabilita a Juan Crespo a conducir u obtener el carné de conducir durante los próximos cuatro años.

mgarcia@lavozdigital.es