Dudas sobre la conveniencia del trazado de la A-48

Entre prisas y críticas se va avanzando en el desdoblamiento de la Nacional 340 (A-48), una de las vías con mayor índice de siniestralidad de la provincia. El siguiente tramo de la autovía, que ya enlaza Cádiz con Vejer, se encuentra aún pendiente del estudio de impacto de Medio Ambiente. El planeamiento se expuso al público en el periodo de alegaciones y ha recibido críticas y alabanzas de todos los frentes. Los primeros en dar la voz de alarma fueron los colectivos de agricultores, a los que era necesario expropiar parte de sus terrenos para que discurriera el trazado.

Los ecologistas también se oponen a la conclusión de la A-48 y han presentado su alegación. Según estos colectivos, la vía afectaría a espacios protegidos como el río Jarilla o los Acebuchales de la campiña sur de Cádiz. El principal problema es que el trazado que contempla Fomento pasa a través de los parques naturales de Los Arcornocales y El Estrecho. Los grupos inciden en la grave amenaza para la zona. Esta autovía se encuentra incluida dentro del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes, una iniciativa sobre el que la Comisión Europea mantiene abierta una queja contra España precisamente por no evaluar los efectos sobre los espacios protegidos de la red Natura 2000.

Por otro lado, colectivos empresariales y algunos ayuntamientos de la zona insisten en la necesidad de terminar el último tramo, de unos 40 kilómetros, para mejorar los accesos a núcleos poblacionales como Algeciras y Tarifa. El desdoblamiento de la carretera nacional mejoraría la seguridad al volante. De hecho, la Jefatura Provincial de Tráfico reconoció que los primeros kilómetros de la N-340 a partir de Vejer seguirán siendo conflictivos hasta que no se termine la construcción de la A-48.

Con todo, las obras no empezarán antes de 2009; precisamente, el Gobierno se marcó como plazo 2016 para la finalización completa de la autovía. El último tramo puesto en funcionamiento fue el que une Conil con Vejer, un trayecto de 5,7 kilómetros que se inauguró a mediados de 2006 y que ha conseguido descongestionar bastante la vía. Una vez pasado el municipio de Vejer se produce un cuello de botella, a la altura de La Barca, que retrasa el tránsito y genera retenciones en la época estival.