La inauguración de los Juegos desencadena protestas en todo el mundo, incluido un muerto por suicidio

La inauguración de las Olimpiadas ha desencadenado una multitud de protestas y manifestaciones en todo el mundo, con el balance de un fallecido, todas para denunciar la falta de respeto a los derechos humanos en China y en solidaridad con el pueblo tibetano.

Lo más grave ha sido el suicidio de una persona frente a la embajada china de Ankara, Turquía, como protesta por la política de Pekín frente a la minoría uigur de China. No en vano, la asociación Asamblea General Mundial de los Uigures y otras organizaciones de apoyo a la independencia del Turquestán Oriental se ha manifestado en la ciudad turca para protestar frente a la delegación diplomática de China.

En Katmandú, capital de Nepal, al menos 1.130 tibetanos han sido detenidos cuando intentaban quejarse frente a la oficina de la embajada china. Nepal da una especial importancia a sus relaciones con China, por lo que vigila con esmero todas las manifestaciones tibetanas en su territorio y prohibe las actividades "anti-chinas". Otro grupo de tibetanos ha intentado penetrar en la embajada china en Nueva Delhi (India) en el momento en que tenía lugar la inauguración de los Juegos, y ha sido detenido por agentes indios.

Por lo que a Europa se refiere, en Bruselas unas 300 personas se han manifestado a favor de los derechos humanos en el Tibet ante las sedes de la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea, también horas antes del comienzo de la ceremonia inaugural de los Juegos.

En Italia, mientras se desarrollaba la ceremonia de apertura de los Juegos, el Partido Radical ha organizado una manifestación en Asís (centro del país). También en París unas 200 personas se han concentrado, entre fuertes medidas de seguridad, frente a la embajada del anfitrión asiático de las Olimpiadas para denunciar lo mismo.

Primera emisión no estatal "desde 1949"

La organización Reporteros sin Fronteras (RSF) ha emitido clandestinamente en Pekín un programa de radio destinado a llamar la atención sobre la falta de libertades en el país. Según han informado desde París responsables de RSF, varios miembros de la organización han logrado introducir emisoras en miniatura y antenas camufladas con las que han emitido desde varios lugares y durante 20 minutos, en la frecuencia 104,4 FM, un programa en mandarín, inglés y francés.

A juicio de los propios protagonistas, el hito no es baladí: "Se trata de la primera emisión no estatal difundida en China desde la llegada del Partido Comunista al poder en 1949", informa un comunicado de RSF.