El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto al presidente de CEPYME, Jesús Bárcenas (i); el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán (2ºi); el secretario general de la UGT, Cándido Méndez (2ºd), y el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, (d), antes de la reunión que han mantenido en el Palacio de La Moncloa para suscribir el acuerdo del diálogo social. /EFE
reunión en el palacio de la moncloa

Zapatero y los agentes sociales abren una nueva etapa de diálogo marcada por la crisis

Gobierno, empresarios y sindicatos suscriben la declaración de Diálogo Social que funcionará como 'hoja de ruta' para la recuperación económica del país

MADRID Actualizado: Guardar
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los secretarios generales de los sindicatos UGT y CC.OO. y los presidentes de las organizaciones empresariales CEOE y CEPYME han suscrito en el Palacio de la Moncloa la declaración de Diálogo Social, que funcionará como 'hoja de ruta' de una nueva etapa de diálogo marcada por la crisis económica. Un acto que el Gobierno ha presentado como un gran acontecimiento, consciente de los beneficios que esta 'foto' le supone.

Tras la firma, Zapatero ha señalado que los ejes en los que está sustentada la Declaración serán sobre todo "ejes sociales" y ha apuntado que la seguridad social necesita una reforma integral. Asimismo ha enumerado los tres objetivos principales que se han marcado el Gobierno y los agentes sociales para la nueva legislatura: "Creación de empleo, recuperación del crecimiento económico y medidas sociales".

Las bases del diálogo

El líder del Ejecutivo ha felicitado a las partes convocadas por un acuerdo que, según ha señalado, se produce después de una "experiencia fructífera y extraordinariamente positiva" de los cuatro años anteriores, cuando, ha recordado, se firmó la declaración para el diálogo social que dio como fruto 20 acuerdos y otras tantas iniciativas que fueron sometidas a consulta de los interlocutores sociales.

Según Zapatero, el acuerdo logrado es "beneficioso" para el "bienestar de todos los españoles" y ha agradecido por este motivo la "responsabilidad y el sacrificio" de empresarios y sindicatos , en las "circunstancias actuales".

El presidente ha garantizado que cumplirá "fielmente" con lo pactado y que dará prioridad, además de a la recuperación económica y a la creación de empleo, a la formación profesional, la recolocación de los desempleados y una "nueva puesta en común" para fortalecer el sistema de pensiones

Pese a las reticencias, finalmente la CEOE ha decidido suscribir el documento al entender que recoge elementos "esenciales". Una decisión no exenta de críticas por parte de algún sector de los empresarios, que echa en falta alguna de sus reivindicaciones.

Zapatero vuelve a eludir la palabra 'crisis'

La declaración rubricada parte de un diagnóstico compartido de la crisis, palabra que, de nuevo, Zapatero ha eludido, mientras que no ha faltado en las intervenciones de Fidalgo, Méndez, Díaz Ferrán y Bárcenas.

Fidalgo ha valorado el que se vaya a reformar la Seguridad Social y el que el Ejecutivo "gobierne" y haga infraestructuras, invierta en I+D+I y desarrolle el tejido productivo sin negociación con los agentes sociales, porque "tiene que ver con una política presupuestaria que es competencia del Gobierno".

Para Méndez el compromiso supone "arrimar el hombro y compartir esfuerzos de manera equilibrada" en una situación de crisis, desde el reconocimiento común que "tiene más valor el talento que el ladrillo, la innovación que el coste laboral barato y que es mejor apostar por productividad que por precariedad".

Gerardo Díaz Ferrán ha ofrecido la colaboración "leal" de los empresarios para lograr un crecimiento económico "equilibrado, duradero y basado en la competitividad y la creación de empleo", porque no nos podemos permitir el "desencuentro".

Bárcenas ha sido el más contundente al advertir de que la crisis es "grave y compleja" y que está afectando a las cuentas de resultados de las pymes y los autónomos, pero ha rechazado el "pesimismo" al tiempo que demandaba medidas complementarias para la financiación de las empresas.