FAMILIA. Vargas Llosa, con su mujer y sus nietos. / TAMARA SÁNCHEZ
Cultura

Un ilustre de las letras en la Real Escuela

El renombrado escritor peruano Mario Vargas Llosa visitó la institución ecuestre, habló de temas de actualidad literaria y mostró su interés por conocer al caballo 'Invasor'

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Arte ecuestre y literario se fundieron ayer sobre las instalaciones de la Real Escuela Andaluza, que recibió una visita ilustre: la de la familia Vargas Llosa, hijos y nietos incluídos, capitaneada, claro está, por el escritor peruano de renombre internacional.

Aunque acudía en visita privada, Mario Vargas Llosa se mostró en todo momento muy accesible y atendió muy amablemente a los medios, a los que no ocultó su interés por conocer al caballo Invasor, también famoso. Algo que haría más adelante de la mano de Rafael Soto, en un emocionante acto en el que el célebre autor de La fiesta del chivo fue saludando uno por uno a los jinetes de la Real Escuela.

Antes de recorrer las instalaciones, Vargas Llosa habló del Manifiesto en Defensa del Castellano que ha promovido y enviado al Congreso junto a otros intelectuales como el filósofo Fernando Savater. El manifiesto reza que «la lengua castellana es común y oficial a todo el territorio nacional», por lo que el novelista reclamó un cambio en las leyes para dejar claro que el castellano «es la lengua común a todos».

Mario Vargas Llosa también se mostró «fascinado» por la trama de la nueva novela en la que está trabajando, llamada «de manera provisional» El sueño del celta, donde viaja al continente africano y otras zonas del mundo para dibujar los nuevos escenarios.

«Una experiencia de largo aliento, que me apasiona mucho porque me permitirá adentrarme en vidas distintas a la mía», según el propio escritor, que desveló a los lectores que la historia se inspira en la vida del irlandés Roger Casement, cónsul británico en el Congo a principios del siglo XX y amigo del escritor Joseph Conrad (autor del libro El corazón de las tinieblas).

Acompañado de su familia, presenció posteriormente el espectáculo Cómo bailan los caballos andaluces, firmó en el libro de honor de la institución y recorrió tanto las instalaciones del recinto como los Museos del Arte Ecuestre y del Enganche.

El escritor permanecerá más tiempo en la parte occidental de Andalucía, según anunció, concretamente entre las provincias de Sevilla y Cádiz. De hecho, también tiene previsto un acto para presentar la adaptación para teatro que ha realizado de Las mil y una noches, donde compartirá escenario con la actriz Aitana Sánchez-Gijón.

Antes, tuvo la oportunidad ayer de quedarse maravillado con una de las señas de identidad jerezanas y pudo dar rienda suelta a una de sus pasiones, los caballos. Sin olvidar que conoció a uno de sus mitos, Invasor, que le fue presentado por el jinete Rafael Soto. Una experiencia que, sin duda, será única e inolvidable para las tres celebridades.

eesteban@lavozdigital.es