El director de la Policía de Colombia, general Óscar Naranjo, muestra los documentos que presuntamente relacionan a Ecuador con las FARC. /REUTERS
crisis tras la muerte del líder guerrillero

Ecuador rompe las relaciones diplomáticas con Colombia

Bogotá asegura poseer documentos que relacionan al Gobierno ecuatoriano y venezolano con la guerrilla mientras que la ONU llama a la calma

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El Gobierno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha roto todas las relaciones diplomáticas con Colombia, según han informado portavoces de la Cancillería en Bogotá. La Cancillería colombiana ha precisado que la ministra ecuatoriana de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, María Isabel Salvador, dio a conocer la decisión en un mensaje que entregó al embajador colombiano en Quito, Carlos Holguín.

El diplomático, quien debía abandonar Ecuador ante una previa orden de expulsión emitida por Correa, ha transmitido de inmediato la comunicación al ministro de Exteriores en Bogotá, Fernando Araújo, quien la hizo pública. "El Gobierno de Ecuador ha decidido romper relaciones diplomáticas con el Gobierno de Colombia a partir de esta fecha", dice la nota.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha anunciado que el Gobierno del presidente Hugo Chávez ha decidido expulsar al embajador de Colombia, Fernando Marín, y a todo el personal diplomático de su embajada en Caracas. Maduro ha hecho el anuncio en una sesión extraordinaria del pleno de la unicameral Asamblea Nacional (AN), donde subrayó que "es justo decir a los cuatro vientos que uno se siente satisfecho porque también con esto estamos defendiendo al Ecuador".

En el mensaje, Salvador justifica la medida en la "sucesión de hechos e inamistosas imputaciones" que han marcado las relaciones de ambos países desde el sábado pasado, cuando una operación militar colombiana en suelo ecuatoriano terminó con la vida de Raúl Reyes, el número dos y portavoz internacional de la guerrilla de las FARC.

'Reyes', alias de Luis Édgar Devia, murió junto al menos otros 20 insurgentes en una operación que incluyó dos bombardeos y el ingreso en Ecuador de tropas colombianas para asegurar el campamento rebelde y recuperar el cadáver del líder rebelde y otro más. La acción fue considerada por Correa como una "agresión" y un acto de violación de la soberanía de su país.

Unas relaciones muy deterioradas

Las relaciones bilaterales se deterioraron más la noche del domingo, cuando el director de la Policía Nacional de Colombia, el general Óscar Naranjo, reveló algunos detalles de archivos informáticos de tres ordenadores del jefe guerrillero que fueron decomisados en la operación.

En ellos, dijo Naranjo, se imputan evidentes relaciones del Gobierno de Ecuador con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), incluido un encuentro del ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador , Gustavo Larrea, con el rebelde muerto, que ya fue confirmado por Quito.

Estos supuestos vínculos, como otros de Venezuela con la misma organización, centraron un comunicado divulgado hoy por la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo en Bogotá.

imputaciones "graves e infundadas"

En el mensaje de ruptura, la canciller ecuatoriana también mencionó "las graves e infundadas imputaciones que aparecen en el comunicado de la Presidencia de la República de Colombia difundido el 3 de marzo y las declaraciones de las autoridades colombianas que sugieren supuestos acuerdos entre el Gobierno de Ecuador y el grupo irregular de las FARC".

"El Gobierno ecuatoriano rechaza enérgicamente esas informaciones, que se suman a la actitud hostil manifestada en la reciente violación a la soberanía e integridad territorial del Ecuador ", añade la nota.

Según la jefa de la diplomacia, "las infundadas acusaciones constituyen un deliberado intento para desviar la atención del hecho de la violación de la soberanía territorial ecuatoriana, tal como ha sido reconocido por el Gobierno colombiano en comunicados y notas diplomáticas".

El Ejecutivo de Álvaro Uribe admitió anoche que sus fuerzas de seguridad habían entrado en territorio ecuatoriano, por lo que pidió excusas a Quito, aunque previamente dijo que lo hizo en "legítima defensa".