Imagen de las labores de desescombro de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas tras el atentado de ETA el pasado 30 de diciembre. /Archivo
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Un 'modus operandi' similar al atentado de la T-4

ETA planeaba un atentado a gran escala en Castellón, al menos todo apunta a que la banda ha seguido el mismo método que el utilizado el pasado diciembre en Barajas

MADRID Actualizado: Guardar
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ETA intentó atentar en Castellón empleando el mismo método utilizado en la T-4 del aeropuerto de Barajas el pasado 30 de diciembre: robando una furgoneta en Francia, cargándola de explosivos y reteniendo a sus propietarios hasta después de cometida la acción criminal. Esta vez, sin embargo, la presión policial trastocó sus planes.

Los servicios de Información de la Guardia Civil sospechan que detrás del robo de la furgoneta que estalló el domingo en Castellón está el mismo comando que el 30 de diciembre perpetró el atentado contra el aparcamiento de la T-4 de Barajas y que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos.

El robo y el secuestro de los dueños de la Mercedes Vito que explosionó en el olivar castellonense es idéntico al 'modus operandi' que utilizó el 'talde' de ETA que sustrajo la Renault Traffic que destruyó las instalaciones del aeropuerto de Madrid.

Los mandos de la lucha antiterrorista subrayan las "numerosas coincidencias" entre ambos sucesos: el dueño de la furgoneta de Barajas era un esquiador, también vasco, que fue secuestrado en la localidad pirenaica de Luz Ardiden mientras pernoctaba solo en su furgoneta.

Según su testimonio, fue abordado el 27 de diciembre, tres días antes del atentado, por tres encapuchados que de inmediato se identificaron como miembros de ETA y le separaron de su vehículo en ese mismo momento. Exactamente el mismo procedimiento usado con el matrimonio de Orio.

Tres días de cautiverio con los ojos vendados

El esquiador, como ahora los miembros de la familia guipuzcoana, estuvo en todo momento con los ojos vendados y durante los tres días de su cautiverio estuvo en constante movimiento y durmiendo en el monte y en zonas despobladas.

Tras pasar su última noche con los terroristas dentro de un turismo, el esquiador fue liberado una hora y media después de la explosión de Barajas. Los secuestradores dejaron a su víctima en un paraje deshabitado y le indicaron la forma de llegar al pueblo más cercano, lo mismo que hicieron hoy con el matrimonio y el niño.

Los paralelismos con el atentado de la T-4 hacen pensar a los investigadores que el atentado iba a ser "inminente", este lunes o martes. Los investigadores sospechan que, como en el caso de Barajas, la furgoneta robada iba a convertirse en vehículo-bomba habida cuenta del peligro que entraña mantener a una familia secuestrada moviéndose por carreteras secundarias del sur de Francia. Esta misma premura hace descartar a los expertos que el comando pretendiera hacer una entrega de material en el olivar de Castellón a otro 'talde'.

¿Relación con el etarra huido en Torreblanca?

La Guardia Civil también investiga la posible relación de este suceso con el etarra el pasado que el pasado 19 de julio se dio a la fuga en el municipio castellonense de Torreblanca, a sólo 27 kilómetros del lugar donde el domingo explosionó la Mercedes Vito.

El activista, que viajaba desde Castellón de la Plana a Tarragona a bordo de un taxi, escapó tras detectar un control policial en la carretera, dejando en el turismo público una bolsa con material explosivo. Entre los objetos que halló la Guardia Civil en el maletero había un papel en el que se hallaron las huellas de Ander Múgica Andonegui, uno de los etarras que supuestamente viajaban en el Ford Focus que ETA abandonó en junio en Ayamonte (Huelva) cuando pretendía entrar en el Algarve portugués.

Por el momento, las fuerzas de Seguridad no se atreven a precisar con exactitud cuántos activistas han intervenido en el robo de la furgoneta en Las Landas y en el intento frustrado de atentado, aunque adelantan que su número podría rondar los siete: no menos cinco terroristas participaron en el asalto a la familia. Tres de ellos se quedaron con el matrimonio y el niño y, según las pesquisas, otros dos asaltantes, en compañía de, al menos otros dos nuevos activistas, bajaron hasta Castellón. Según los vecinos, hasta cuatro personas diferentes aparecieron por el olivar de Les Coves.