¿Era peligroso el tiburón aparecido en Los Caños?

Era aproximadamente la una de la tarde del pasado domingo cuando una llamada alertaba al 112 de la presencia de un «ballenato» muerto en la orilla de la playa de los Castillejos en Caños de Meca. El servicio daba aviso a los técnicos de Medio Ambiente especializados, que acudían rápidamente a la zona.

Habituados a encontrarse con animales como delfines, tortugas, ballenas... los técnicos se sorprendieron cuando vieron al llegar lo que yacía sobre la orilla: Un tiburón peregrino de siete metros y medio, que ya había despertado como es lógico la expectación de todo el que pasaba por allí.

El animal se encontraba varado enmallado en una red de pesca abandonada. Según detalla Manuel Fernández Casado, técnico del programa de medio marino de la Consejería de Medio Ambiente, el cadáver del escualo no estaba demasiado descompuesto por lo que pudo morir cerca de la costa y llegar a la deriva hasta Los Caños.

No se concreta si fueron las redes abandonadas las que provocaron que el animal atrapado y sin posibilidad de nadar o alimentarse falleciera agotado, o, si por el contrario, una vez muerto se enredó en la malla al acercarse hasta el litoral.

La presencia del tiburón peregrino en la costa gaditana no es tan rara como podría parecer en un principio. Se avistan varios ejemplares a lo largo del año. Nadan y habitan lejos de costa, pero en meses de primavera y verano se acercan a ella. Según indica Manuel Fernández son típicos de todo el Mediterráneo y de la costa europea.

Alimento: plancton y peces

Lejos de las versiones más peliculeras, el tiburón aparecido en Los Caños no es en absoluto peligroso para el hombre. No es un depredador. Aún así, los expertos advierten de que se trata de un animal salvaje por lo que siempre hay que mantener la precaución. Aunque no se acerque con violencia al humano, obviamente, su fuerza o cualquier movimiento extraño del animal si está próximo puede provocar daños.

A pesar de que su silueta y sobre todo su gran tamaño pueda recordar a un tiburón cazador, con forma hidrodinámica y un impresionante hocico, esta especie se alimenta de plancton y de pequeños peces que captura manteniendo su impresionante boca abierta que puede superar el metro de diámetro. Son animales de agua profunda aunque se acercan a la costa para alimentarse.

El peregrino es un animal protegido. Su enorme tamaño los convierte en animales muy rentables para los barcos de pesca comercial. De un solo ejemplar se puede sacar hasta una tonelada de carne y unos 500 litros de aceite.