Sociedad

La cena y el gintonic con amigos, en casa

El cambio de hábitos de los españoles a causa de la crisis provocó el cierre de 7.000 bares en 2013 La moda de los cócteles en el hogar está en auge, ya sea por necesidad o por gusto

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los tiempos han cambiado y ahora, en vez de salir de copas o ir a cenar a restaurantes, los españoles invitan a sus amigos y familiares a casa los fines de semana. La moda de los gintonic y cócteles autopreparados está en auge, ya sea por necesidad o por gusto. «Incluso aunque tú sigas teniendo trabajo, si tu hermano o tu amigo lo ha perdido, optarás más por invitarle a casa a cenar y a tomar algo que por salir fuera», explicó el director de nuevos mercados de Nielsen España, Alfonso Delgado, durante la presentación del informe anual Nielsen 360.

Por este cambio de mentalidad, el año pasado la hostelería cerró 6.923 establecimientos. Esto se debe, según el estudio, a una mayor concienciación basada en el ahorro de las familias, una «vuelta a la madriguera», según aseguró Delgado. Esta tendencia supone que la persona prefiere consumir en casa buena parte de lo que antes gastaba fuera. Por eso, las bebidas alcohólicas también han caído considerablemente en el último año. Así, el consumo de estas bebidas en bares y restaurantes cayó un 4% más en 2013, un punto más que el año anterior. Las de mayor graduación fueron las que registraron un descenso más acuciado, con una bajada del 8,8%. Sin embargo, el 'boom' del gintonic es el responsable de que tanto la ginebra como la tónica sean de las pocas bebidas con crecimientos en volumen en 2013, con el 2,1% y el 2,2% respectivamente.

El resto de bebidas que normalmente se consumen en los establecimientos de ocio también tuvieron un comportamiento negativo, como la clásica caña, que cayó un 2,7%. Solo los vinos con denominación de origen experimentaron un crecimiento, del 1,7%, impulsados por el reconocimiento de su calidad. Y es que a pesar de los datos optimistas que hablan del fin de la crisis, las familias no lo han notado aún y los hogares españoles siguen vigilando de cerca lo que gastan.

El gasto de la compra

El año pasado cada hogar gastó de media 2.318 euros en productos envasados de gran consumo, un euro menos que en 2012, según el estudio. Incluso las bebidas no alcohólicas ligadas a los desayunos y meriendas en bares y restaurantes, como el café, la leche o los batidos, experimentaron una caída del 6,3%. «Es curioso el caso de las cápsulas de café», señaló el director de nuevos mercados. «Aunque es un producto caro, a la gente le compensa dejar de ir al bar a desayunar y hacerlo en casa, pero de un producto de calidad», explicó Delgado.

Así, las familias españolas siguen manteniendo una actitud de ahorro y el 77% de la población reconoce que ha cambiado sus hábitos de consumo desde el comienzo de la crisis. Un dato importante es que siete de cada diez personas afirman que su ahorro se basa en la reducción de sus actividades de ocio, como salir de fiesta con sus amigos o ir al cine o a cenar fuera. Además, los hogares han aumentado la frecuencia de compra pero gastando lo mismo, lo que supone un aumento en las visitas al supermercado (2-3 veces a la semana) pero con un importe medio de solo 15 euros por compra.

Los niveles de confianza están al nivel de 2011. Gustavo Núñez, director general de Nielsen España, relata que el optimismo y la confianza de las familias son los factores básicos que conseguirán sacar a España de la crisis. Según Núñez, la población se divide entre los que no pueden gastar más por sus apretadas condiciones económicas, y los que sí podrían pero no lo hacen porque se contienen por el ambiente de ahorro que «flota sobre sus conciencias». Sin embargo, aseguró que los datos del último trimestre de 2013 y del primero de 2014 hacen prever un aumento generalizado de la confianza y, por tanto, del consumo, a partir de ahora, aunque «el proceso será largo».

Además, Núñez explicó que el consumidor de hoy en día es una persona experta, muy especialista en los productos que tiene a su disposición y racional. «Ya no vale con venderle una idea, sino que busca qué supondrá y el beneficio que obtendrá». Así, el estudio revela que el 88% de los consumidores acuden al supermercado con una lista de la compra, «porque sabe lo que quiere y planifica el dinero del que dispone», aseguró el director de Nielsen. Además, según Núñez, las personas cada vez son más conscientes de que tienen que mantenerse sanos mucho tiempo «porque no saben cuándo podrán jubilarse», por lo que se cuidan en la alimentación y un 85% hace la compra teniendo en cuenta los productos más saludables.