ANDALUCÍA | CRISIS DE GOBIERNO

Díaz admite que se planteó la ruptura con IU y el adelanto electoral en la crisis de los okupas

Los socialistas eluden ahora asegurar que se agotará la legislatura en Andalucía, como sí manifestaron antes del conflicto con IU

MARÍA DOLORES TORTOSA/ SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Susana Díaz presidirá hoy el primer Consejo de Gobierno tras la crisis que le ha enfrentado a sus socios de Izquierda Unia. El morbo por ver cómo se miran a las caras o se hablan es irreprimible. PSOE e IU intentan dar una apariencia de vuelta a la normalidad tras la monumental bronca, pero todavía el análisis de lo ocurrido deja en el aire sulfuro suficiente para no dar por cerrada del todo la crisis. La presidenta, Susana Díaz, reconoció ayer la gravedad de la situación cuando admitió que se planteó la ruptura con Izquierda Unida y el adelanto de las elecciones durante la crisis por el realojo de familias okupas en viviendas de la Junta.

Díaz respondió en una entrevista en la cadena Ser que hubiera adelantado las elecciones «si no se llega a restablecer la legalidad», en referencia al acuerdo que alcanzaron PSOE e IU la noche del viernes para que solo ocho familias (a las que ya se les había entregado las llaves) permanecieran en las viviendas de la Junta de forma provisional hasta que los servicios sociales del Ayuntamiento de Sevilla acrediten que están en riesgo de exclusión social.

Hasta esta crisis tanto socialistas como Izquierda Unida, y sobre todo la presidenta, aseguraban sin titubeos que el objetivo de todos era agotar la legislatura, previsto para marzo de 2016. Díaz negaba un día sí y otro también que pensara adelantar las elecciones, como vaticinaba de forma machacona el PP. Ya no lo dice y tampoco el PSOE. El portavoz en el Parlamento de esta formación, Mario Jiménez, eludió responder sobre esta cuestión. «La convocatoria de elecciones es algo que compete a la presidenta», respondió.

Velocidad de crucero

Díaz justificó que frenara el impulso de disolver el Parlamento y convocar comicios por la situación de paro en la comunidad, más de un millón de personas, el 36% de su población activa. Por ello insistió en que su obligación «es recuperar la velocidad de crucero de mi gobierno cuanto antes», para lo que pidió «tomar nota» de lo ocurrido para que no se repita.

Díaz reconoció que el enfrentamiento sale a la luz porque falló «el diálogo y la coordinación» y hubo prisas. También alude a que PSOE e IU son dos partidos de raíces y trayectoria distintos y considera lógicos los roces y las diferencias. Aunque dijo confiar en que el episodio -en el que la presidenta llegó a retirarle competencias en materia de vivienda a su socio- no se repita, hasta en IU están con la mosca detrás de la oreja. El diputado por Málaga Alberto Garzón advirtió de que en los próximos meses se verá si el PSOE tiene intención de mantener el pacto o no.

Díaz, no obstante, tiene pocas fechas para convocar por separado las elecciones, ya que en mayo con las europeas comienza un largo periodo electoral. Después vendrán las municipales y luego las generales. Aunque al PSOE nacional le gustaría que coincidiera con alguna de estas dos para aprovechar el tirón de la presidenta, los socialistas andaluces no están de acuerdo y prefieren apostar por unas separadas.

Los argumentos a favor de un adelanto no están solo en los roces con Izquierda Unida, que se harán cíclicos ante cada proceso electoral, o en que el candidato del PP es casi un desconocido, sino en que, según las encuestas, el PSOE pasaría a ser primera fuerza y relegado al PP a segunda de nuevo. Aún así, no hay garantía de mayoría absoluta. La situación volvería a ser igual. El PSOE necesitaría a IU para gobernar.