Isabel y Margarita son aficionadas a las cámaras lomo desde hace años y han participado en multitud de certámenes de este tipo de fotografía analógica. :: FRANCIS JIMÉNEZ
FOTOGRAFÍA

La única regla: no pienses, ¡dispara!

La tienda de ropa Quitapenas acoge hoy un taller para iniciados impartido por el responsable de Lomography SpainLas cámaras lomográficas, cada vez con más adeptos en Cádiz, apuestan por una fotografía divertida

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Isabel y Margarita llegan a la playa, abren sus bolsos, que como el de Mary Poppins, parecen no tener fondo. Empiezan a sacar una a una todas sus cámaras de fotos. Eso sí, no son digitales, sino unas curiosas máquinas analógicas de origen ruso. Son cámaras lomográficas, las protagonistas de un movimiento internacional que fomenta una fotografía desenfadada, fresca e imperfecta. Ya que, lejos de preocuparse de la técnica, los lomógrafos disparan, sin pararse a pensar la foto. El objetivo es divertirse y tomar cientos de instantáneas espontáneas y coloridas. Las posibilidades son infinitas, prácticamente como el número de modelos que existen en el mercado. Holga, Fisheye, Supersampler... Hay diseños con 'ojo de pez' que deforman la imagen o cámaras con cuatro lentes superpuestas con las que se consigue, en un sólo fotograma, una pequeña película en formato panorámico. En general, todas imprimen a la imagen colores saturados e imposibles.

Ya sobre la arena, Margarita e Isabel saltan, sonríen, disparan desde la cadera (una de las diez lomo-reglas), sin encuadrar ni preparar cada imagen. 'No pienses, ¡dispara!!' es el lema principal. «Como pesan poco, las llevamos siempre encima. Yo, por ejemplo, la cojo cuando voy en bici y hago fotos a la gente», explica Isabel, que ganó un certamen el año pasado. Su amiga Margarita es la 'lomo cónsul' de Cádiz, es decir, la representante gaditana de Lomography Spain. Hoy capitanearán un taller que comenzará en la tienda de ropa y complementos Quitapenas (José del Toro, 20) para después realizar un recorrido por los puntos más emblemáticos de la ciudad. El embajador español de la Sociedad Lomográfica Internacional -creada en los noventa- será el encargado de explicar a los alumnos algunas pequeñas nociones sobre técnica, luz y las características de las lomo. Eso sí, la primera regla es que no hay reglas, sólo hay que pasarlo bien.

La lomografía cuenta con más de un millón de seguidores por todo el mundo. Isabel y Margarita descubrieron estas reliquias, inventadas en los ochenta en la Rusia soviética, hace algunos años cuando apenas podían encontrarse en Cádiz. «Nosotras las hemos comprado en la tienda oficial de Madrid o por internet, en e-bay», donde se encuentran grandes ofertas. No obstante, estas cámaras no son caras, rondan los 50 euros.

Nada de 'photoshop'

Según estas jóvenes aficionadas a la lomografía, que también integran el grupo de danza del vientre Raqs Al-Hilal, en este tipo de fotografía está prohibido usar Photoshop. «Las fotos no se retocan nunca, se revelan y como salgan». A pesar de lo que pueda creerse, estas chicas reconocen no tener problemas en encontrar los carretes de antes, prácticamente desterrados por la fotografía digital. «Usamos película de distintas sensibilidades». Por otro lado, en la lomografía, el defecto es bello. Si adquieres una cámara con alguna tara, mejor, el resultado será más personal y tendrá más encanto. «Yo compré una por internet que al revelar incorpora a la imagen un marco blanco, pero me encanta», cuenta Margarita.

La lomografía empezó a tomar fuerza en los años noventa, después de que unos estudiantes vieneses encontraran estas cámaras rusas en una tienda de Praga. Ese fue el principio de la revolución. Desde entonces, son muchas las personas que han quedado seducidas por esta original variante de la fotografía convencional. Los lomógrafos se comunican a través de internet, donde intercambian imágenes, organizan exposiciones e intercambian experiencias y trucos.