Uno de los cuadros que pueden contemplarse en la galería gaditana. :: MIGUEL GÓMEZ
Sociedad

Imágenes del corazón en miniatura

La veterana pintora, una de las mejores del naif, presenta por primera vez una colección en su tierra natal, Cádiz La galería Benot acoge la exposición de Susana Díaz de Vivar, Gatofrías

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Milicianos estadounidenses, unas monjitas, el grupo de amigas de toda la vida, hasta la propia alcaldesa. Nadie escapa al pincel preciosista de la pintora gaditana Susana Díaz de Vivar, Gatofrías. Artista local que pese a su dilatada trayectoria profesional nunca ha expuesto en su tierra natal. Vivió en la Alameda durante su juventud y regresa a menudo, pero Díaz de Vivar reside desde hace cuarenta años en Buenos Aires, Argentina. Quizá eso explique tantas décadas de ausencia de sus obras naif que tanto éxito han logrado en galerías de medio mundo. Madrid, Nueva York, Londres, Brasil, Suiza y, por fin, Cádiz.

La galería Benot inaugura este viernes la muestra de Gatofrías, un conjunto de quince cuadros que resume el arte y las emociones de su autora. Ella misma se defiende de quienes opinan que inventar ese tipo de cuadros resulta sencillo. «Soy miniaturista y lo mismo recreo una batalla que la selva correntina», apunta Díaz de Vivar. Y en un paleta intensa, con olor a mar, en tono conciliador, comprensiva y beligerante, en una sencilla complejidad que no esconde más que sus «imágenes del corazón».

El mar de Cádiz

La pintora gaditana es uno de los pocos artistas de su estilo que se atreve con las batallas históricas. En esta exposición, por ejemplo, se puede disfrutar de su versión de la batalla de Saratoga, una de las más decisivas para la independencia de los Estados Unidos. Pero también, en una combinación tan opuesta como acertada, evoca escenas bucólicas de ángeles trovadores o la regidora de la ciudad de Cádiz. En 'Las chicas del Hoyo 19' Díaz de Vivar lo mismo plasma a Teófila Martínez durante el acto oficial de la cesión del legado de Aramburu en medio de una paisaje veneciano, que retrata a sus amigas o a su sobrino político Enrique García-Maiquez.

Aunque no se atreve con todas las contiendas. Las libradas en periodo preconstitucional, a pesar de que sea el tema gaditano de moda, no constituye un objeto de interés para la pintora. «El rencor hace estragos», se defiende, al tiempo que destaca que la quincena de obras que ha preparado para la ocasión «es un regalo para Cádiz». Un presente envuelto en trazos que reflejan el alma de los pueblos, las tardes de tertulia, los juegos de niños y siempre, siempre, el turquesa de un mar que para Gatofrías es el que rompe en su Alameda.

Esta exposición se inaugura mañana en la galería Benot y podrá contemplarse (y comprar los cuadros) hasta el próximo 16 de febrero.