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Detienen a la empleada de un 'compro oro' por robar dos kilos de joyas

La Guardia Civil le imputa también la apropiación de más de 6.800 euros en metálico

CHICLANA. Actualizado: Guardar
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La tentación de que miles de joyas y decenas de miles de euros pasaran por sus manos cada día, quizá resultó demasiado insoportable para R. T. T., la empleada de un negocio de compra y venta de oro de Chiclana, que ha sido detenida a comienzos de esta semana por la Guardia Civil, imputada por un delito de apropiación ilícita por quedarse supuestamente con más de dos kilos del preciado metal, y de una cantidad en metálico que ascendería a más de 6.800 euros.

Todo un botín dorado, aún no valorado por la Guardia Civil, pero que podría superar los 40.000 euros en el mercado de la compra y venta de oro.

El robo desde dentro, cometido poco a poco como una hormiguita y sin levantar sospechas, resultó sin duda más sutil e invisible que un ruidoso atraco a mano armada en una joyería. Pero el supuesto delito no pasó desapercibido para el propietario de la empresa, que a comienzos de esta semana denunció a su empleada ante le cuartel de la Guardia Civil de la localidad chiclanera, al percibir una pérdida de oro de tanto calibre.

Un delito al peso

Con el mismo método que se vende y se compra el oro en este tipo de tiendas, el dueño del local también calculó el alcance del delito al peso: le habían birlado dos kilos de oro, sin especificar cuántas piezas o tipo de alhajas suponían.

El botín, muy probablemente, tenía como destino ser revendido en otros establecimientos del mismo jaez de la provincia, para hacer líquido el tesoro. Teniendo en cuenta que el precio de compra de cada gramo de oro ronda entre los 10 y los 18 euros (varía según la cantidad de quilates de las piezas y el estado de conservación), se puede estimar que el golpe de este delito para el establecimiento donde R. T. T. trabajaba, puede alcanzar la friolera de 36.000 euros en pérdidas.

Con todo, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno de Cádiz, el presunto pufo no se limitó a la apropiación en especie de las alhajas, sino que la mujer detenida también se habría hecho con una importante suma de dinero en metálico de la tienda, que ascendería a unos 6.800 euros. La Guardia Civil no ha informado, en todo caso, si esta cantidad y el botín en oro ha podido ser restablecida a su propietario.

Negocio en auge

El suceso parece poner en evidencia el riesgo que, según han denunciado muchos profesionales de la provincia, supone el intrusismo en el sector de la joyería de personas no profesionales, que han aprovechado para sumarse al amparo de la crisis a un negocio que mueve cada día miles de euros.

De hecho, este tipo de tiendas dedicadas a la compra y venta de oro han proliferado en los últimos dos años en todas las ciudades de la provincia, donde se han abierto decenas de locales. Sólo en Chiclana, donde se cometió supuestamente este delito, existen al menos cho establecimientos -algunos de ellos, joyerías veteranas- que se dedican a la compra de oro al peso, un mercado al que recurren cada vez más familias y, sobre todo, jóvenes que buscan obtener dinero líquido de manera rápida en tiempos de crisis.