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Una partida con final trágico

La discusión entre dos alcalareños por una videoconsola en Francia terminó con la vida de uno de ellos y con cinco heridos más Alcalá del Valle, indignado por la muerte de un vecino tras una pelea por una Play

ALCALÁ DEL V ALLE. Actualizado: Guardar
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Consternado y paralizado. Así se encontraba ayer el pueblo de Alcalá del Valle con la noticia de que un joven de la localidad, Jaime Márquez Álvarez, de 22 años, ha perdido la vida de manos de otro vecino del pueblo al discutir por el supuesto robo de una videoconsola. El suceso se produjo en Saint Guilles, Francia, donde ambos se encontraban trabajando como temporeros, desde hace un mes y medio, en la campaña del albaricoque.

Alcalá ha perdido la alegría que habitualmente le caracteriza y la conmoción se ha apoderado de la tranquilidad de este pueblo serrano. «Estas son cosas que nunca pasan en el pueblo», destacaba un vecino. La soledad y la sensación de tristeza se ha apoderado de las calles y el silencio del luto sólo lo rompen algunos corrillos de vecinos que se dedican a comentar el suceso. Durante el fin de semana la calle Veladores y la piscina municipal han sido lugares desiertos porque en el ambiente se respiraba pena. Las especulaciones sobre lo ocurrido se suceden en las panaderías, supermercados y bares pero todos coinciden en destacar que «resulta muy doloroso que un joven tenga que ir a buscarse la vida a tantos kilómetros de su casa y allí encuentre la muerte». Esa frase no para de repetirse en las calles, sobre todo entre los grupos de personas que van y vienen a la calle Granada, en la zona del Polear, donde se encuentra el domicilio familiar del fallecido, para presentarle sus respetos y condolencias a su madre.

Consternación e impotencia

No obstante, las sensaciones de desconsuelo, indignación e impotencia no eran las únicas que ayer se percibían en una localidad que cuenta con poco más de 5.000 habitantes, por lo que todo el mundo se conoce entre sí y existen lazos importantes de parentesco o amistad. Además, existía miedo a decir en público lo que se piensa por temor a posibles represalias o por no querer molestar a ninguna de las familias porque «ambas han sufrido ya bastante», destacaba una mujer a escasos metros de la casa del fallecido.

El Ayuntamiento organizó ayer una comitiva que partió hacia Francia, encabezada por el concejal José Hinojosa, con el fin de ayudar a los heridos y tratar de agilizar el traslado del cadáver, así como prestar apoyo a los familiares que también se han desplazado a la zona, el padre y el tío del fallecido. En principio, según ha podido saber LA VOZ, dicho traslado no se iniciará hasta mañana miércoles, por lo que se prevé que para el viernes, en principio, se produzca el sepelio. No obstante, estas fechas se encuentran pendientes de los plazos que vaya marcando la investigación que se ha iniciado en el país vecino ya que la Policía de Nimes pretende reconstruir el suceso.

No obstante, si que se ha confirmado que el día que el cuerpo llegue a Alcalá, el Ayuntamiento decretará un día de luto oficial para lo que en breve se celebrará un pleno extraordinario, destaca la primera teniente de alcalde Dolores López. El pueblo además recibirá a los otro cuatro alcalareños que también han resultado heridos, dos de ellos de gravedad, entre los que se encuentran la novia y el hermano de Jaime. Ellos resultaron heridos al tratar de ayudar al fallecido. Todos volverán al municipio en los próximos días, conforme se vayan recuperando, y declinarán continuar en Francia de temporeros, al menos durante esta campaña.

El joven fallecido presentó una denuncia unas horas antes del fatal desenlace por el supuesto robo de una videoconsola, lo que provocó que la policía francesa se personara en la zona donde estaban viviendo agresor y agredido. Esto podría haber sido el detonante, según los investigadores, para que se desatara la ira del presunto agresor porque «no pudo soportar sentirse acusado», destacó el fiscal de Nimes. No obstante, la policía ha destacado que en su visita no percibieron un estado elevado de ira que hiciera prever lo ocurrido tras su marcha.