La selección holandesa aprovechó la segunda mitad para sellar su pase a la final. :: EFE
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Sneijder y Robben hacen posible que Holanda juegue su tercera final

Los ex madridistas fueron claves para frenar el ímpetu uruguayo y ya esperan a Alemania o España en el partido más anhelado del Mundial

CIUDAD DEL CABO. Actualizado: Guardar
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El Mundial de Sudáfrica ya conoce a uno de sus finalistas. Holanda venció a Uruguay en un duelo entre históricos con ganas de reverdecer viejos laureles. No en vano, los uruguayos, campeones del mundo en 1930 y 1950, se encontraban ante una ocasión inmejorable para luchar por su tercera corona, al tiempo que los holandeses, finalistas en 1974 y 1978, tenían la oportunidad de acceder al duelo más importante para romper el maleficio.

El respeto fue la clave del encuentro durante los primeros compases. Las grandes ocasiones brillaban por su ausencia, quizá porque pesaba mucho la responsabilidad en las semifinales, pero apareció un inesperado protagonista para desnivelar la balanza. Transcurría el minuto 18 de la cita y el veterano Van Bronckhorst se sacó un soberbio lanzamiento que se introdujo por la escuadra de Muslera. Ante semejante trallazo, poco pudo hacer el arquero charrúa.

A partir de ese momento, los pupilos de Óscar Washington Tabárez intentaron adelantar sus líneas, aunque sus acercamientos al área holandesa eran totalmente estériles. Puede que notaran la ausencia de Luis Suárez, pero llegó el de siempre. Una vez más, Diego Forlán hizo gala de su fenomenal tiro y batió a Stekelenburg desde larga distancia. El portero no supo atajar un potente disparo un tanto centrado y los sudamericanos igualaban la contienda a cinco minutos del intermedio. Con este resultado, la primera de las semifinales recuperaba el guión inicial: el del respeto entre ambas escuadras. Y es que, no todos los días se accede a una final del Campeonato del Mundo.

En un abrir y cerrar de ojos

Al regresar de los vestuarios, los charrúas dispusieron de dos buenas ocasiones para adelantarse. Sin embargo, la insistencia de Cavani y la puntería de Forlán no fueron suficientes en esta ocasión para vencer a Stekelenburg.

Fue entonces cuando Holanda no se amilanó y respondió con sus armas. Primero, Muslera respondió ante un lanzamiento del madridista Van der Vaart y su rechace fue a parar a las botas de Robben, que envió la pelota a las nubes (67'). Dos minutos más tarde, Sneijder no erró y puso a su equipo con ventaja. El jugador dejó patente su excepcional estado de forma y superó a Muslera.

La puntilla la colocó Arjen Robben tres minutos más tarde. El eléctrico jugador cambió su rol y, tras aprovechar un centro de Kuyt, cabeceó el cuero al fondo de las mallas. Imparable para el meta uruguayo.

De ahí al final, los holandeses, que ya esperan a Alemania o España, supieron controlar la cita ante un rival que puso contra las cuerdas al finalista con un gol de Maxi Pereira.