La detención del principal señor de la droga provoca revueltas en Jamaica
Actualizado: GuardarPlayas, Bob Marley y el reggae son lo primero que viene a la cabeza cuando se habla de Jamaica. Ayer esa idílica imagen cambio en Kingston. Dos tercios de la capital de la isla caribeña fueron escenario de una batalla campal entre policías y sicarios que a tiro limpio trataban de impedir el arresto de Michael Christopher Coke, uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo, que será extraditado de inmediato a Estados Unidos.
A sus 41 años se presenta como líder y promotor comunitario. Pero para el Departamento de Justicia norteamericano 'Small man' (Hombre pequeño) dirige la 'banda de la Ducha', la organización más temida de la isla, con una red internacional de tráfico drogas y armas responsable de vender marihuana y crack en EE UU, además de haber cometido más de 1.400 asesinatos en ese país y otros tantos en Jamaica.
Los violentos disturbios se saldaron con dos agentes muertos, seis heridos y la declaración del estado de emergencia al menos durante un mes. La Policía aseguraba que se había controlado los barrios pobres donde estallaron los choques, pero, no obstante, evacuaba a mujeres y niños de las zonas más peligrosas. Washington y Londres aconsejaron a sus ciudadanos que eviten viajar a Jamaica.
La versión oficial precisó que los guardaespaldas de Coke, apoyados por criminales de otras comunidades, levantaron barricadas y atacaron tres comisarías en el barrio marginal de Tivoli Gardens y áreas aledañas para proteger a su jefe, conocido también por 'Dudus'. Lanzaron «acciones coordinadas contra las fuerzas de seguridad», añadió.
Fue el desenlace de una historia que comenzó a fraguarse hace un año. Entonces Washington reclamó a Coke, también alias 'El presidente' o 'Omar Clark', para ser juzgado por tráfico de drogas y armas. Bruce Golding, primer ministro de la isla, rechazó la solicitud de extradición al argumentar que las pruebas contra el narcotraficante se obtuvieron ilegalmente.