Cristiano Ronaldo firmó un triplete que mantiene vivo al Real Madrid en la Liga. :: AP
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El Madrid de Cristiano no pierde la fe

No falló el equipo blanco, que de nuevo tuvo que remontar un gol inicial de Aduriz para mantenerse a un solo punto del líder Tres goles de Ronaldo derrumban la resistencia mallorquinista y trasladan la presión al Barcelona

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El Real Madrid se encontró con su gran prueba de fuego y dio una respuesta de campeón. El estadio mallorquinista se había mostrado como uno de los feudos más duros de la categoría. Sólo habían ganado Sevilla y Barcelona. Y ayer llegó el tercero. Con un Cristiano Ronaldo espectacular, el equipo blanco traslada toda la presión al Barcelona, que se la jugará en Sevilla.

Partido vibrante en Son Moix. La liga y la Champions en juego. Las victorias de Barcelona y Sevilla obligaban a Mallorca y Madrid a ganar para seguir aspirando a sus objetivos. Especialmente a los merengues, que no se podían permitir ningún tropiezo. No obstante, y como le suele suceder inexplicablemente al conjunto de Pellegrini, su rival saltaba más enchufado y generando las mejores ocasiones. Casillas aguantaba lo que podía hasta que, en una jugada ensayada en el córner, Aduriz remachaba de cabeza casi en el área pequeña.

El Mallorca se adelantaba y el gol le permitía dominar el juego, más ante un Real Madrid al que el tanto le suponía un golpe anímico. Pero si algo ha demostrado esta Liga es que el conjunto blanco es un experto en remontadas. No hace falta demasiado fútbol. Sólo un balón largo a la espalda de la defensa bermellona para que la velocidad y puntería de Cristiano hagan el resto.

Los porteros mantenían la incertidumbre hasta el descanso, especialmente Casillas, que frenaba las mejores ocasiones mallorquinistas.

La segunda parte sería otro cantar. El Real Madrid salió convencido de que tenía que ganar y no falló. Especialmente porque cuenta entre sus filas con Cristiano Ronaldo, que ayer firmó su mejor partido con la camiseta blanca.

El portugués puso a su equipo en ventaja tras controlar a la perfección un buen pase de Sergio Ramos, y pocos minutos después sentenciaba con una acción personal en la que se deshizo de muchos contrarios y batió a Aouate con frialdad.

Entonces el Gran Mallorca, casi imbatible en su estadio, se convirtió en un muñeco que no paraba de recibir golpes. El cuarto llegó por parte de Higuaín, que resolvió de fomra magnífica con una vaselina tras recibir un gran pase de Guti.