EL RAYO VERDE

LOS POLÍTICOS COMO PROBLEMA

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Si algo faltaba para estar convencidos de la palmaria necesidad de renovación,de vuelco, de revolución, los acontecimientos de esta semana han puesto sobre la mesa lo insostenible de la situación actual en las filas socialistas. Los intentos de escenificar una pacificación que Griñán y Cabaña se esforzaron por representar la semana pasada han quedado en evidencia, aunque parecían menos creíbles que una película de Serie B.

Los hechos son conocidos, pero cada cual da la versión que mejor se adapta a su propio interés y hace bascular su posición según cambia el contexto, para mantener la cabeza a flote. Pérez Peralta, un veterano, aunque le pese, del aparato socialista, fiel escudero de Cabaña y de Pizarro, ha lanzado un órdago a la ejecutiva regional al plantear su propio candidato a la Alcaldía de Cádiz. Sevilla advierte que mucho cuidado, que no aceptarán imposiciones. Peralta se enroca pero Cabaña se desmarca y lo deja a los pies de los caballos. Griñán lo desautoriza. Continuará. Como el guión es tan fullero, hay muchas interpretaciones, hasta que Peralta ha caido en la trampa del regional y ha cavado su fosa.

Todo esto da para una larga tarde de mesa camilla en torno al viejo proverbio de «vamos a criticar , que la crítica une mucho», una máxima que parece pertenece al ADN de la agrupación socialista gaditana, la única que está dando estos numeritos al regional, y que el actual «aparato» gaditano usa también contra otros de los suyos: Blanco, Cornejo, Bibiana... Un poco más lejanas, pero no menos patéticas son las escenas que ha ofrecido el PSOE jerezano, con su alcaldesa al frente, aunque visiblemente ausente en críticos momentos de su Ayuntamiento. Pilar Sánchez pidió auxilio al Gobierno de Madrid y Chaves le dijo que ni hablar, aunque luego matizara; al día siguiente echó a un concejal crítico y al rato lo volvió a admitir...

Más allá de estos tejemanejes, se transparenta lo oculto, así que es de agradecer la zafiedad: la veintena de asesores que la alcaldesa jerezana despide es que estaban allí colocados; el ahorro del que presume es gasto que soportaban sus cuentas. Por demás, sabemos que a los candidatos se les provee de empleos bien remunerados a los que no tienen necesidad de acudir a cumplir, ni a fichar, porque trabajan para el partido, aunque pague la administración. A otros se les compensará para que callen...

Con el frío que hace fuera, con lo difícil que le resulta a la mayoría de los votantes llevarse un euro a casa, en esta situación de crisis asfixiante, en que casi medio país está en paro o subempleado, se agotan los subsidios y crece la pobreza, es indecente que quienes deben ocuparse de solucionarlo estén enredados en estas oscuras tramas de intereses y ambiciones personales. Por no hablar de la sensación de fraude que sentimos ahora, en plena campaña de la renta, cuando quienes tenemos la suerte de tener un sueldo vemos la cantidad de días, horas, meses, que hemos trabajado para contribuir a sostener semejante tinglado. Por no hablar de la malísima relación calidad-precio de lo que pagamos.

Al otro lado está Gürtel. Como dice Ferlosio: «No, si yo ya me iba».