
La belleza oculta
Los rayos ultravioleta descubren la obra original de Giotto que se ocultaba en la Capilla Peruzzi de Florencia
ROMA. Actualizado: GuardarLa técnica de los rayos ultravioleta ha permitido descubrir cómo era originariamente la obra del genio italiano Giotto di Bondone (1267-1337), situada en la Capilla Peruzzi de la Basílica de la Santa Cruz de Florencia.
Hasta ahora sólo podía distinguirse una «sombra muy pálida» de las pinturas, mientras que con esta nueva técnica utilizada por un grupo de investigadores se pueden apreciar los volúmenes y las decoraciones tal y cómo fueron realizados por el pintor, explicó ayer Cecilia Frosinini, una de las responsables del proyecto.
Las pinturas, que decoran la parte izquierda y derecha de la capilla de la basílica, respectivamente, recrean la historia de San Juan Bautista y la de San Juan Evangelista.
Según Frosinini, en la elaboración de las composiciones el genio italiano utilizó materiales proteicos para ligar los colores, una «técnica insólita» a la que Giotto recurrió tan sólo en sus trabajos de la Capilla Peruzzi. Este descubrimiento permitirá, según los expertos, «cambiar el curso de los estudios» sobre el pintor.
El estado actual de las obras se debe a los numerosos trabajos de restauración a que fueron sometidos.
En un primer momento, fueron cubiertas con cal en el siglo XVIII con motivo de las modificaciones realizadas en la basílica con el objeto de permitir que albergara dos monumentos fúnebres.
A mediados del siglo XIX las composiciones de Giotto fueron redescubiertas por el pintor y restaurador Gaetano Bianchi, quien, tras la retirada de los dos monumentos fúnebres, repintó los trazos y los detalles dañados del maestro.
Unas modificaciones que fueron eliminadas entre 1950 y 1960 en un nuevo trabajo de restauración, tras la que, sin embargo, las figuras se veían de forma muy tenue.
Este descubrimiento permite barajar la idea de que la técnica del uso de materiales proteicos fue elegida por Giotto para lograr efectos similares a los obtenidos en la pintura sobre madera, y no porque era un sistema que le permitía atender un mayor número de encargos, como se había apuntado con anterioridad.
Las investigaciones, conducidas por un equipo de 34 personas entre historiadores y restauradores, han sido fruto de la colaboración de la Getty Foundation de Los Ángeles (EE UU), del Opificio delle Pietre Dure de Florencia, que figura entre los laboratorios de restauración artística más prestigiosos del mundo, y de la Obra de la Santa Cruz.
El equipo, cuyos estudios abarcan también la capilla Bardi, se alargarán al menos otros dos años.