El nuevo gobierno local reabre el conflicto en Asuntos Sociales

El nuevo Ayuntamiento de Cádiz reabre un conflicto antiguo. En un gesto de gran simbolismo político –sello de la casa en los primeros días de gestión– ha decidido recibir a representantes los trabajadores de Asuntos Sociales que se rebelaron ante la gestión del antiguo gobierno local.

El conflicto, entre otoño de 2013 y primavera de 2014, tuvo un doble frente: Por un lado se produjeron bajas, por la no renovación de contratos pese a que los empleados denunciaban carencias de personal de el servicio.

Por otro, tras estas salidas –hasta 24– siempre aparecía el conflicto por la adjudicación de viviendas de Matadero. Algunas trabajadoras de Asuntos Sociales discreparon de supuestas interferencias políticas a la hora de asignarlas. Se produjeron dimisiones –la de Pilar Tubío fue la más sonada– y tras esa marcha se incrementaron la renovaciones frustradas. El caso sigue su vía judicial.

De forma paralela, las protagonistas de aquel desencuentro serán recibidas hoy por la nueva delegada municipal, Ana Fernández. Asegura que quiere buscar «solución a sus reclamaciones». La edil adelanta que va a «retomar esta situación porque somos conscientes de que necesitamos ampliar el número de personas que atienden a los ciudadanos en Asuntos Sociales».