Los ejecutivos de Navantia y Ibaizábal celebran la firma del contrato
Los ejecutivos de Navantia y Ibaizábal celebran la firma del contrato - LA VOZ
industria naval

Navantia iniciará en octubre la obra de los primeros petroleros

El astillero de Puerto Real se convierte en el epicentro de la construcción de los cuatro barcos

javier rodríguez
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los astilleros gaditanos retoman la construcción de barcos petroleros veinte años después de abandonar este negocio civil en favor de los encargos militares. El consejo de administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Navantia, dio luz verde ayer a un contrato con el grupo vasco Ibaizábal, mediante el cual se aprueba la construcción de cuatro petroleros, con opción a dos más. No ha sido fácil tomar esta decisión.

La SEPI se ha mostrado contraria desde el primer momento a la firma de este acuerdo, debido a los riesgos económicos que entraña para Navantia, sin embargo, se ha logrado finalmente rebajar la tensión gracias a los cambios introducidos en algunos de los planteamientos iniciales. Los cuatro barcos supondrán tres millones de horas de trabajo para Navantia y la industria auxiliar de la Bahía de Cádiz y Ferrol.

Vuelven a la construcción civil de petroleros veinte años después

El presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, se vio obligado el martes a aplazar la reunión de su consejo hasta contar con el informe de los servicios jurídicos. Los abogados concluyeron su trabajo de madrugada y la SEPI pudo convocar así con carácter de urgencia a su consejo para primera hora del miércoles. Este cónclave, formado por 17 representantes de los ministerios de Industria, Empleo, Fomento y Hacienda, entre otros, evaluó los pormenores del contrato y optó por desbloquear y aprobar su adjudicación.

De esta forma, Navantia construirá en una primera fase cuatro petroleros para el grupo Ibaizábal y antes de final de año se decidirá sobre las otras dos unidades que integran la segunda fase del programa. Para ello, es clave que el grupo Ibaizábal cierre nuevos acuerdos con los clientes finales que demandan esta flota. Es decir, el grupo Ibaizábal, a través de su armador, Ondimar Transportes Marítimos, promueve esta operación naval para satisfacer las necesidades de Cepsa y Repsol. Ambas compañías demandan petroleros para transportar crudo por el canal de Suez pero, de momento, el acuerdo suscrito con Ibaizábal atañe a cuatro unidades, aunque todo apunta a que en los próximos meses se firmará la ampliación del contrato a dos más. El grupo Ibaizábal alquilará la flota por medio de 'leasing' a Cepsa y Repsol.

En cuanto al impacto de la obra se ha podido saber que supone 23 meses de carga de trabajo, que se repartirán entre el astillero de Puerto Real y la factoría gallega de Ferrol, aunque la Bahía de Cádiz será el epicentro de la producción. El contrato supone además un revulsivo para la industria auxiliar, que aportara soldadores, caldereros y tuberos.

El inicio de la construcción de los barcos tendrá lugar en el cuarto trimestre de este año, concretamente se prevé el corte de chapa para octubre, y la primera entrega será a finales de 2017. La obra supone dos años de carga de trabajo directa y la generación de unos 3.100 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos.

La negociación para construir petroleros en los astilleros públicos españoles comenzó en octubre del año pasado cuando el grupo vasco Ibaizábal y su armador, Ondimar, contactaron con la dirección de Navantia para sacar adelante este proyecto. Las conversaciones venían precedidas de las necesidades de flota expuestas por Cepsa y Repsol para transportar crudo por el canal de Suez. Ambas petroleras necesitan barcos petroleros de la serie Suezmax, con un diseño específico para navegar por las aguas del canal.

La obra garantiza carga de trabajo directa durante 23 meses

Las negociaciones dieron sus primeros frutos en víspera de primavera. El 9 de marzo se firmó una carta de intenciones expresando la voluntad de ambas partes de alcanzar un acuerdo pleno para la construcción de estos barcos, tanto en sus especificaciones técnicas, como en el precio. Posteriormente, el 16 de mayo, se alcanzó un principio de acuerdo para firmar el contrato a lo largo del mes de junio, como así se hizo el día 30, que se rubricó el documento a falta solo de la bendición del consejo de administración de la SEPI, cuyo acto tuvo lugar ayer.

imagen

Un contrato con polémica

La negociación del contrato, pese a todo, no ha estado exenta de polémica, ya que la SEPI mostró sus dudas sobre su viabilidad económica. No hay que olvidar que España participa en esta obra como mano de obra, mientras que el astillero coreano de Daewooo es el socio tecnológico. Esta alianza ha sido clave para lograr el acuerdo de construcción.

Los coreanos aportan diseño, tecnología y bienes de equipo. Sin embargo, la SEPI reconoció que esta operación no aportaba valor añadido a la industria español porque toda la tecnología era importada. Además, incidió en que el margen de beneficio de cada barco era mínimo y cualquier contratiempo en el proceso de construcción podría generar un negocio a pérdidas.

La balanza tenía, por tanto, dos contrapesos de calado, por un lado, la rentabilidad social del contrato para una zona como Cádiz lastrada por el paro y, por otro, la rentabilidad económica. La presión política ha hecho el resto.

La construcción de cada barco supondrá unas 725.000 horas de trabajo, es decir que para los 4 primeros el volumen de mano de obra será de unos 3 millones de horas de trabajo para los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol y las empresas auxiliares.

Ferrol se encargará solo de cortar los bloques de proa

De hecho, el reparto de la carga de trabajo prioriza a la Bahía de Cádiz. El astillero de Puerto Real construirá la mayor parte de los petroleros Suezmax, mientras que la planta gallega de Ferrol se encargará de cortar todos los bloques de cada una de las proas de los 4 petroleros, así como otros bloques y módulos de equipos de las cámaras de máquinas

Navantia reconoce que la consecución del contrato para la construcción de estos buques está marcada por el precio y el plazo, dando por supuesto que la calidad es la requerida por la normativa y las sociedades de clasificación de buques. En este sentido, la constructora naval destaca que el modelo de negocio empleado en el contrato de los petroleros, a través de una alianza estratégica con un socio tecnológico, es clave para poder competir en el mercado global ofreciendo un precio competitivo y un plazo adecuado para las necesidades del cliente.

Al margen de los petroleros, los astilleros de Cádiz cuentan con la obra eólica para Iberdrola, que se desarrolla en la planta de Puerto Real, y con la construcción de un BAM para la Armada Española, en la factoría de San Fernando, amén del goteo de reparaciones que llega al astillero de Cádiz, que tiene asignado el mantenimiento de los cuatro destructores norteamericanos que se encuentran en Rota participando en el despliegue del escudo antimisiles.

Ver los comentarios