Cádiz

Tesoros de la Bahía de Cádiz atrapados en joyas

El Algario es la firma que ha creado una joven emprendedora gaditana para divulgar y explotar este recurso marino tan versátil y poco utilizado

MIREN LANDETA
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Sus joyas son pequeñas cápsulas del tiempo que muestran los tesoros que esconde la Bahía. Atrapadas en resina, las algas que recolecta María Ángeles Fernández conservan toda la esencia de Cádiz. La unión entre esta licenciada en Ciencias del Mar y las algas viene de lejos. Cuando se preparaba para presentar su tesina de doctorado investigó sobre la virtud que tienen estos organismos para actuar como filtros en el mar. Su proyecto era lograr depurar el agua de las piscifactorías de doradas empleando algas que después también se podían usar para la alimentación. Aunque la idea era viable la propuesta finalmente no fructificó. Pasó el tiempo, llegó la crisis y María Ángeles optó por continuar formándose.

Al igual que sucede con esos amores de juventud que no se olvidan, todo reverdeció en su memoria tras participar en un curso para emprendedores organizado por la Universidad de Cádiz.

Como un chispazo, se le ocurrió la posibilidad de conservar en resina parte de la vida marina de la Bahía. Se trataba de aplicar el principio que en ocasiones se produce de forma natural en la naturaleza cuando los organismos se quedan atrapados en ámbar y se fosilizan. Así nació El Algario, una empresa que explora todo el universo relacionado con las algas, desde los artículos de papelería hasta la bisutería.

Todo comienza con la recolección de la materia prima que se realiza durante la bajamar de forma manual. «Las algas se recogen en la arribazón que arrastran las corrientes y depositan en la playa, para no dañar el medio aunque cuento con un permiso especial de la Delegación de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que me permite recolectar hasta un máximo de tres kilos diarios». La gaditana es una experta en Ficología (ciencia que estudia las algas) y se maneja con soltura entre rodofitas y feofíceas pero deja esta exótica terminología para ámbitos más académicos porque «uno de los objetivos de El Algario es divulgativo» así que también usa nombres más prosaicos y cita como ejemplo a la lechuga de mar, un alga verde de nombre científico 'Ulva rigida' que es comestible.

Después del trabajo de campo llega la labor en casa. Ha montado allí su guarida, su pequeño taller donde prensa y seca las algas. Un trabajo minucioso, casi de cirujano, que se aprecia cuando se observan las piezas de bisutería que realiza. Las caprichosas formas de las algas quedan encapsuladas en una resina artificial que permite que se conserven inalterables pese al paso de los años. El resultado es cautivador pero requiere horas de trabajo y grandes dosis de paciencia. «Mucha gente cree que son dibujos hechos con pincel pero si se fijan se puede ver que son auténticas algas y que no hay dos iguales», explica.

La limpieza y el secado también es artesanal porque se deben eliminar todos los restos de arena, moluscos e impurezas por minúsculos que sean. A continuación llega el prensado, un proceso en el que pueden invertirse entre 30 y 45 días dependiendo de la cantidad de agua que contengan las algas. Una vez secas, se tratan para que conserven su pigmentación natural y así lograr que los colores permanezcan inalterables. Hace unas semanas obtuvo el certificado de artesana, una acreditación que avala que sus trabajos son únicos y que se realizan manualmente . «No ha sido fácil conseguirlo porque la idea es muy novedosa y había que encontrar una categoría que encajara con la actividad pero es un paso importante porque si no lo tienes se te cierran muchas puertas».

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Seguir creciendo

Se lanzó a la aventura y financió el proyecto con sus ahorros. «De momento estoy aprovechando el descuento de 18 meses en las cuotas de autónoma pero no existen demasiadas ayudas a las que te puedas acoger», reivindica. Poco a poco, El Algario va creciendo y diversificando sus productos y servicios. Para llegar a más público, María Ángeles ha puesto en marcha una página web pero mantiene los canales de distribución más tradicionales. El próximo 18 de junio expondrá 'El color de las algas' en el hotel Las Cortes de Cádiz y también estará en julio en la Vejer Weekend Fashion. «Empecé haciendo cuadros con algas sin intención de montar ningún negocio. Luego llegaron los artículos de papelería como los marca páginas y después la bisutería con collares, pendientes y pulseras. Ahora sigo experimentando con tapones para botellas y otros artículos... no pongo límites», concluye.

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