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'Siente el sabor de vivir'

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Los mensajes publicitarios cambian, porque nada es eterno. Desde ‘la pausa que refresca’, primer eslogan utilizado por Coca-cola para publicitar su marca, pasando por ‘todo va mejor con Coca-cola’, ‘el sabor de la vida’ y ‘la chispa de la vida’, al último de todos ‘destapa la felicidad’, en plena era ZP, donde todo era ‘felicidad’, a pesar de la crisis que nos devoraba. Todo era entonces una «mera cuestión de desaceleración económica».

Dos cuestiones del mayor interés económico se ciernen sobre nosotros. A pesar de ser casos aislados, su solución definitiva y el procedimiento a seguir para ello, van a ser determinantes para nuestro futuro. Nuevamente en juego los dilemas público-privado y seguridad-inseguridad jurídica y como concepto central ‘la propiedad privada’ y la aversión de la izquierda a la misma. En una sociedad democrática el derecho a la propiedad privada debe ser consustancial con el derecho a la libertad del individuo. Locke estimaba que la propiedad privada existe en el estado de naturaleza, que es anterior a la sociedad civil. Por eso la propiedad privada es un derecho natural tan primitivo como el derecho a la vida, a la libertad, a la salud y a la integridad. Para garantizar la propiedad, el hombre sale del estado de naturaleza y constituye una sociedad civil, siendo uno de los fines primordiales de ésta. Pues bien, se nos presenta un dilema en torno a dos casos en candelero. Uno, el de Coca-cola, el otro la Almoraima.

Si la reconversión empresarial se sustenta en las causas que se invocan y no proviene del capricho de la propiedad y la empresa justifica el fondo de su decisión, amén de seguir el procedimiento estipulado, la decisión de las autoridades judiciales debe quedar circunscrita al ámbito exclusivo del análisis técnico y no político-social de las causas que se invocan. Deben aplicar sin más la Ley y no pretender legislar con sus resoluciones, retorciendo los textos legales existentes, desconsiderando el espíritu de las reformas puestas en marchas y que son diáfanas y producto de la soberanía popular residenciada en las Cortes. La segunda cuestión, hacer de la provincia de Cádiz un parque natural desde Doñana-Algaida hasta los Alcornocales, pasando por el de la Bahía de Cádiz hasta el de Grazalema. La economía privada está condenada al ostracismo en esta provincia. La noticia es que Salma salva la Almoraima.