Susto en el xerecismo por culpa de una amenaza de descenso administrativo

El Xerez Club Deportivo sumó ayer una jornada convulsa más a su largo y sufrido historial institucional, pues el xerecismo padeció un tremendo susto ante la amenaza de un posible descenso administrativo a Segunda División B. Esta vez no tuvo la culpa el dinero, los impagos o las nóminas de los futbolistas. Eso, por suerte, ya se ha superado. En esta ocasión el puyazo llegó desde fuera, exactamente de Juan Carlos Porras Menéndez, abogado madrileño, que había denunciado al Xerez ante el Consejo Superior de Deportes por una presunta irregularidad en aquella famosa ampliación de capital de José María Gil Silgado en el 2002.

A eso de las diez de la mañana saltaban las primeras alarmas cuando, extrañamente, la web del Compostela (una entidad que, en teoría, nada tendría que ver en todo este embrollo) publicaba una información que colocaba al Xerez en Segunda División B, como consecuencia del descenso administrativo que provocaría la denuncia de Porras Menéndez. El club gallego titulaba la noticia con un contundente «descenso del Xerez» y daba por hecho que el Alavés volvía a Segunda para sustituir al cuadro azulino.

En el cuerpo de la noticia se podía leer el siguiente texto: «Sabemos de fuentes muy solventes que ha sido presentada una reclamación en el Consejo Superior de Deportes denunciando la irregular situación del Xerez Club Deportivo SAD en la competición profesional del fútbol español.

La denuncia se basa en el hecho de que el Xerez Club Deportivo SAD, presumiblemente, realizó una ampliación de capital simulada en 2002 a raíz del requerimiento de capital mínimo de la Comisión Mixta de Transformación del Consejo Superior de Deportes.

Los aficionados del Compos recordarán que nuestro equipo tuvo el mismo problema en la temporada 2002-2003 y sufrió en sus propias carnes un descenso administrativo por no cumplir con el capital mínimo exigido por el Consejo Superior de Deportes.

Por lo que nos han contado, la denuncia está muy bien fundamentada en el hecho de que el Xerez anunció la ampliación de capital en el Boletín Oficial de Registro Mercantil, incluyó dicha ampliación de capital en sus cuentas anuales de 2002-2003 pero nunca llegó a inscribirla en el registro mercantil. La consecuencia que tendrán estos hechos será que el Consejo Superior de Deportes, en caso de que compruebe que esta irregularidad del Xerez se ha producido, inste a la Real Federación Española de Fútbol para que excluya al Xerez de la categoría profesional del fútbol español y lo haga descender a la 2ªB».

El texto publicado en www.sdcompostela.net sacaba, precipitadamente, sus propias conclusiones: «Una vez que esto se produzca, quedará una plaza vacante en la 1ª División que habrá de ser ocupada según decisión de la Liga de Fútbol Profesional. Presumiblemente, esta plaza será cubierta por el equipo que ha descendido con mayor puntuación, por tanto, por el Real Betis. El ascenso del Betis provocará una vacante en la 2ªA que, otra vez presumiblemente, será ocupada por el equipo que ha descendido con más puntos, por tanto el Alavés».

Por último, la información de la web del Compostela concluía con un párrafo final demoledor para los intereses de un Xerez Deportivo al que colocaban peleando contra equipos como el Celta B, el Sestao River o el propio Compostela: «Y toda esta concatenación de carambolas lleva al hecho de que la plaza en el Grupo 1 de la 2ª División B del Alavés quedará vacante y será ocupada por el descendido Xerez ya que la Federación Española de Fútbol no va a contemplar, a estas alturas, una remodelación de los grupos ni rehará los calendarios. Así que los aficionados del Compos tendrán un desplazamiento más largo de lo esperado y el 11 de octubre de 2010 habrán de desplazarse a Jerez para disputar el partido que les hubiera correspondido jugar con el Alavés. Seguiremos atentos a esta noticia que nos han pasado en primicia y os iremos informando», concluía.

Como la pólvora

La información (cargada de importantes dosis de opinión) comenzó a correr como la pólvora por todo el país, haciendo especial incidencia en Sevilla, Vitoria y en Jerez, pues, en principio parecía que el Xerez, el Alavés y el Betis serían los principales afectados.

En la entidad jerezana rápidamente trataron de difundir un mensaje de calma, pues ya tenían controlado un asunto que pensaban no saldría a la luz pública. Es cierto que se pudieron producir irregularidades en la ampliación de capital, pero igualmente es verdad que la directiva ya había iniciado los trámites necesarios para solucionar el problema. Es más, fuentes cercanas al Xerez apuntan que todas las escrituras necesarias estaban ya en el registro y como máximo se ha podido incurrir en un defecto de forma que nunca podría acarrear un descenso administrativo.

Joaquín Morales, desde Argentina, no tardó en saltar a la palestra para defender lo que los jugadores del Deportivo se han ganado en el terreno de juego: «Sé por dónde vienen estos tiros, de un equipo que ha descendido por méritos propios y que, con perdón, nos quiere joder, bueno, el club no, su consejero delegado», insinuando que Manuel Ruiz de Lopera se encontraba detrás de la denuncia al Consejo Superior de Deportes. Morales, continuaba afirmando en los micrófonos de Canal Sur, que «ayer (por el jueves) tuvimos una primera información a este respecto, y hoy (por ayer) nos han vuelto a decir en la Liga de Fútbol Profesional que estemos muy tranquilos». Algo que es totalmente cierto pues Javier Tebas, vicepresidente de la LFP, se pasó el día asegurando que no existía posibilidad alguna de que el Xerez acabara en Segunda B. Se mostró tajante al afirmar que si se tomaran medidas contra el Xerez, «se debería meter mano a la mitad de los equipos de Primera y descenderlos a todos». De la misma forma habló el presidente xerecista, un Carlos Osma que comunicó que los abogados del club y Antonio Fernández Monterrubio ya han emprendieron acciones legales y que la semana que viene se trasladarán a Madrid para presentar todos los documentos pertinentes.

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