Intolerable dictadura

El lanzamiento ayer de siete misiles balísticos por parte de Corea del Norte constituye la enésima provocación a la que el régimen comunista de Kim Jong-il recurre periódicamente para sojuzgar a un pueblo condenado a la penuria y el hambre a cuenta del enemigo exterior. Por condenable que sea la utilización de armas de largo alcance como amenaza hacia Corea del Sur y hacia los demás países vecinos, más intolerable resulta que una dictadura, basada en el culto a la personalidad de su máximo dirigente y en la implacable represión del más ínfimo descontento, esté empleando tantos medios para hacerse valer en el campo bélico mientras la hambruna acecha a los norcoreanos en cada momento de sequía.