La depresión está considerada como la enfermedad del siglo XXI. / N. REINA
Ciudadanos

Seis de cada diez consultas médicas son por estrés, ansiedad o depresión

Los pacientes acuden cada vez más a los centros de salud con problemas físicos derivados de estos trastornos psicológicos Es uno de los temas que se tratarán en el IV congreso de médicos de atención primaria

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«Estamos experimentando un periodo de muchos cambios en materia de salud». Así resumía ayer el presidente de la junta autonómica de Semergen-Andalucía, Juan Sergio Fernández Ruiz, el estado general de la sanidad pública en la región. Transformaciones que vienen dadas, más que por la aparición de enfermedades, avances tecnológicos o condiciones laborales, por el nuevo modelo de paciente, el del enfermo afectado por las grandes dolencias de la sociedad actual: el estrés, los nervios, la depresión y sus derivados. Tal es así, que el 60% de las consultas que realizan los médicos de atención primaria, están relacionadas con trastornos de origen psicosomático, según destacan miembros del comité organizador y científico del IV Congreso Andaluz de Médicos de Atención Primaria Semergen Andalucía que se desarrolla desde la tarde de ayer en el Hotel Parador Atlántico.

Un dato que no se pone en duda a tenor de otra cifra constatada: en los últimos 15 años se ha duplicado el número de enfermos depresivos, de manera que el 20% de la población padece alguno de estos trastornos. Si «se psiquiatriza muchos casos que no lo eran antes», tal y como dijo María Antonia Luque Barea, médico de la Unidad de Gestión Clínica La Laguna de Cádiz, el facultativo tiende a implicarse más con las emociones de sus pacientes, comprometiendo su propia salud mental y viéndose alterado el ambiente en el que se desarrolla la consulta.

Así las cosas, los más de 1.000 médicos de atención primaria que ejercen en la provincia se topan a diario con enfermos psicosomáticos. Según el presidente de Semergen Andalucía-sociedad científica nacional- varias son las causas que han motivado la proliferación de estas enfermedades y cómo no, un lugar prevalente lo ocupa la crisis económica.

«La extensión del hedonismo», el estrés y las decepciones causadas por lo primero y lo segundo, también influyen de manera directa en la aparición de diversas dolencias físicas.

Tristeza, no depresión

«Estar depresivo no es estar triste», recuerda Sergio Fernández. «La tristeza sin causa y que deriva en una incapacidad para crear es la depresión», sostiene, al tiempo que ejemplifica con obras de la literatura española cómo las situaciones tristes no siempre derivan en una depresión, como son El canto a Teresa de Espronceda o las Coplas a la muerte de mi padre de Jorge Manrique.

Por influir, afecta hasta el estado civil de la persona. Según señaló Fernández durante el acto de presentación del congreso, existen estudios epidemiológicos que constatan que estar casado es para el hombre un factor protector, mientras que las mujeres casadas, por el contrario, sufren más riesgos de padecer enfermedades de tipo emocional. «Del derecho a la protección de la salud se ha pasado a la creencia del derecho a la felicidad, pidiendo que sea el sistema sanitario el que nos la dé, solucionando problemas, pérdidas o frustraciones sentimentales», concluyó.

Con todo, el agotamiento profesional en Cádiz es mayor, puesto que «a esta nueva situación se suma la falta de tiempo para la atención», subraya Enrique Alcaraz, médico y profesor de la Universidad de Cádiz. Para él, el gaditano «aunque no suele exteriorizarlo, es más proclive a sufrir estas enfermedades», dado las tasas de paro, los problemas económicos o la necesidad de emigrar de su ciudad a causa de estas dificultades. Actualmente, y según datos ofrecidos por Semergen, sólo el 15% del sistema sanitario español está destinado a la atención primaria, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda valores cercanos al 40%.

Estos y otros temas se desarrollarán hasta mañana en el cuarto congreso regional de los médicos de atención primaria, los únicos especialistas que reciben a todos los pacientes de cualquier enfermedad.

En la provincia, el perfil de los facultativos, que superan el millar, es de «profesionales de entre 40 o 50 años, repartidos de manera equitativa según el sexo y sobre todo, muy comprometidos». Algunos de ellos han visto pasar por sus consultas a tres generaciones, por lo que en muchas ocasiones ejercen como un «padre o un cura», comenta Alcaraz.

Los más de 500 inscritos al congreso tratarán seis grandes bloques temáticos divididos en mesas, talleres y dos simposios: enfermedades prevalentes, patologías de la mujer, patologías masculinas, salud mental de los médicos de familia y pacientes psiquiátricos, relaciones laborales y talleres de habilidades (insulinización, por ejemplo).

Las cuestiones científicas relativas al cáncer de cérvix, la exploración de mamas, disfunción eréctil, fibromialgia e incluso la nueva ley IVE, así como la necesidad de toma de decisiones compartidas entre médicos y enfermeros, se debatirán en la cuarta edición de este congreso regional, que comenzó ayer tras un acto de inauguración presidido por el viceconsejero de Salud de la Junta de Andalucía, Enrique Cruz Giráldez.