La defensa del equipo ingles se empleó a fondo para cubrir a Lionel Messi. / AFP PHOTO
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El Barcelona se atasca ante el Chelsea en un momento clave

Los azulgrana no pudieron con un Chelsea rocoso y ultra defensivo y perdieron a Márquez y a Puyol para Londres

| COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Nervioso, impreciso y frenado por un Chelsea experimentado, rocoso y ultra defensivo, alejado del estilo alegre que caracteriza a Hiddink, el Barcelona dejó en el aire su pase a la final de la Champions. Justo cuando comienzan a jugarse de verdad todos los títulos, los azulgrana no estuvieron a su altura y mostraron algún síntoma de debilidad.

Por la presión del favorito, porque los londinenses forman un equipo de verdad, el caso es que los catalanes se mostraron romos. Como en sus tres anteriores apariciones en semifinales. Se lo tendrán que jugar en Stamford Bridge. Sin Márquez, con una rodilla maltrecha, y sin Puyol, sancionado.

«Todos las victorias nos conducen a Roma». Una gran pancarta en uno de los fondos alentaba a los azulgrana desde el arranque. Era el día. Tras un curso europeo sobresaliente pero sin rivales de postín -Sporting de Lisboa, Basilea, Shakhtar, Lyón y un Bayern Múnich decadente no son equipos capaces de pelear hoy por hoy la Champions-, el Barça afrontaba su primera gran reválida. Y salió alborotado, sin la paciencia habitual y sin esa capacidad extraordinaria que le caracteriza para romper por las bandas. Por mucha clase que se tenga, por el centro es harto difícil sorprender a estas alturas de la película o de la competición.

El Chelsea no maravilla pero es un equipo con oficio. Por algo el curso pasado cayó en la final por penaltis y disfruta su tercera semifinal consecutiva. Y tiene en el banquillo a un perfecto conocedor del fútbol español que ordenó a Obi Mikel perseguir a Xavi. El famoso entorno culé, con más de un ojo puesto ya en el Madrid, presagiaba un triunfo convincente. Y los Cech, Terry, Lampard, Ballack, Essien, Malouda y Drogba, entre otros, se merecen mucho más respeto. Son ganadores, competitivos.

Un par de fallos en la entrega evidenciaron desde el inicio que esta vez tocaba sufrir, que no era ese Barça trionfant que maneja los partidos a su antojo. Iniesta lo intentaba por todos lados pero no encontraba esos desmarques letales arriba. Messi no se encontraba, Xavi bastante tenía con zafarse de Mikel, Eto'o no recibía en condiciones y sólo Henry se acercaba a su nivel. Con esas trazas, Cech apenas tenía que intervenir para desviar tiros lejanos.

Ciertamente, el Chelsea se parecía más al de Mourinho que al de Hiddink. Era muy defensivo, con dos medios de cierre y sólo un punta, pero se sentía seguro atrás y aguardaba su momento. Lo tuvo antes del descanso. Márquez cometió un error de juvenil y menos mal que Víctor Valdés, soberbio esta vez, le adivinó por dos veces la intención a Drogba. Murmullo en el Camp Nou. Viejos fantasmas revoloteando...

Nervios

No pudo reanudarse peor el choque. Henry cae aturdido tras sufrir un golpe en la cabeza pero continúa, Márquez se lesiona en la rodilla y sale en camilla, Alves se retira a la banda cojeando y vuelve de los nervios... Pasan los minutos, falta fluidez, aumenta la tensión. El Chelsea defiende a la perfección, con ayudas constantes. No hay noticias de los hombres clave del Barça en la creación. Alves lo intenta con duros disparos. Se luce el portero checo, que luego salva con un pie milagroso un remate de Eto'o.

La internada del camerunés y su recorte, maravillosos. Se acentúa el dominio local. El Barça toca más y mejor. Sale Belletti, ovacionado por ser el héroe de la segunda. Henry recibe un agarrón disimulado cuando iba a darse la vuelta que debió ser penalti. No hay forma de romper el cerrojo. Puyol, sustituyo del mexicano, entra a destiempo y se lleva una amarilla fatal. Ya en el descuento, Bojan falla un cabezazo franco y Hleb se enreda ante Cech. No era el día.