Solbes vaticina un 2010 con «más dificultades» de las que veía antes

La evolución económica de 2010 será algo más negativa que la prevista por el Gobierno, según el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, quien aseguró que a medida que pasa el tiempo «ve más dificultades que antes». De esta manera respondió ayer en la comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados a portavoces de la oposición interesados en saber cuándo se producirá la salida de la actual situación.

Solbes defendió la prudencia de las entidades financieras a la hora de conceder préstamos, puesto que «tan malo es denegar un crédito a un demandante solvente como dárselo a quien no podrá devolverlo». Se mostró convencido de que las medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno para favorecer la movilización del crédito son útiles para «reducir la incertidumbre de las entidades sobre cómo cubrir sus necesidades de financiación», pero apenas permitirán cambiar la tendencia en la escasez de los préstamos en un entorno «tan difícil como el actual».

Explicó que el parón crediticio de los bancos y cajas de ahorros obedece al excesivo endeudamiento de empresas y particulares si bien «parece sensato pedirles un esfuerzo para sostener el crédito», aunque «sería imprudente establecer requisitos cuantitativos».

El vicepresidente reconoció que 2009 será «un año difícil» en el que la crisis alcanzará «su máxima intensidad». Reiteró que habrá caída del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el paro aumenta de manera significativa. Será necesario esperar a 2010 para que las tasas de crecimiento comiencen a recobrarse y en este sentido se mostró esperanzado de que cuando llegue la recuperación económica cuente con un mayor equilibrio que en el pasado, con menos déficit exterior, reducción del peso de la construcción y un inferior endeudamiento privado.

Solbes reiteró que el avance de los precios será «muy moderado» en los próximos meses, pero evitó hablar de deflación e insistió en que los tipos de interés todavía tienen margen para el descenso y en que las tensiones financieras internacionales deberán comenzar a remitir a finales del año 2009.

Informó de que el Gobierno prevé cinco nuevas emisiones de deuda con aval del Estado por 8.500 millones de euros y que la línea ICO-Liquidez ha prestado 160 millones para facilitar dinero a las pequeñas y medianas empresas.