TRIBUNA

No somos nadie

CUANDO la noche del 9 de octubre se proclame la candidatura ganadora, el PSOE de Cádiz habrá cerrado uno de los debates internos más apasionados de su vida política. Si algo ha conseguido nuestra iniciativa es remover conciencias y generar debate en una agrupación adormecida y resignada. Por fin hay vida, sana discrepancia, conciencia crítica y ganas de cambio.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Después de trece años en la oposición, algo se mueve en el PSOE de Cádiz. Pase lo que pase, el 10 de octubre empieza una nueva etapa en nuestra organización. Más allá del modelo de partido que representa cada candidato, se puede proyectar a la sociedad, a nuestros votantes y a nuestros afiliados que el partido está vivo y tiene a gaditanos y gaditanas dispuestos a luchar por su ciudad.

El partido necesita demostrarle a los ciudadanos que tiene dignos representantes políticos, gente normal que toque a los ciudadanos, que esté en los barrios y no en los despachos oficiales. El PSOE tiene ejemplares funcionarios de la política que han dirigido formidablemente las instituciones, pero que no han sido capaces de conquistar la calle.

El modelo de partido que proponemos está basado en la participación activa de los militantes, en dinamizar la sede, hasta ahora inexistente; como Casa del Pueblo y foro de encuentro, discusión y debate; en ilusionar a la militancia, en coordinar las instituciones que gobernamos los socialistas en beneficio de Cádiz y en ser capaces de hacer el cambio generacional que necesita el PSOE con mujeres y jóvenes dispuestos a trabajar por su ciudad desde el compromiso.

Los ciudadanos tienen la sensación de que en el PSOE «siempre son los mismos». La salud democrática de nuestra organización sólo se puede medir por las elecciones municipales. No se trata de un cambio a cualquier precio, ni de un espurio intercambio de cargos, se trata de que los partidos cambian y que todas las opiniones son válidas. Por consiguiente un grupo de mujeres y jóvenes socialistas desde la independencia laboral, con autonomía de criterio y con el único afán de construir un partido más fuerte y ganar las elecciones presentamos nuestra candidatura que quiere ser la de la renovación y la del futuro del partido.

No tenemos cuentas pendientes. No tenemos pasado y no somos nadie.

No tenemos trayectoria política. Los militantes de base nunca hemos sido nada y nuestras vidas políticas son compromiso, lealtad al partido y respeto a los normas. Queremos cambiar este partido desde el diálogo.

La mayoría del partido es nadie porque la militancia es un ejercicio voluntario y libre. El poder y la dirección de este partido no debiera residir en ninguna casta, ni en la suma de trienios. La verdadera autoridad moral te la dan tus compañeros y compañeras con sus votos.

Hay que respetar todas las voces porque todas las opiniones construyen la organización. Las minorías también cuentan. No hay que excluir a nadie. Por eso, cuando los que llevan toda la vida arriba nos dicen que no somos nadie y que no tenemos trayectoria, nos halagan porque la grandeza en política no depende del tamaño, ni de tus cargos institucionales, sino de ser tú mismo.

Queremos representar a los que no son Nadie, que, afortunadamente, somos la mayoría en este partido.