PAN Y CIRCO

Mariano Ramón Toedtli

Hacía cinco años que no te veía tan cerca. La última vez fue en 2003, más concretamente en una semifinal contra el Panathinaikos griego que ganó el Recreativo de Huelva que por entonces era tu equipo y donde te guardan un cariño grande como en otros tantos lugares. Hay gente que sólo te conoce por tus cualidades futbolísticas, esas mismas que otros se atreven a cuestionar. Sin embargo, los que han convivido contigo en un vestuario dicen que tu calidad humana está por encima incluso de tus desmarques, de tu manejo con el balón, de tu capacidad para jugar la pelota de cara con el compañero, de tu colocación en el área, de tu buen juego aéreo, de tus goles....

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No voy a ocultar mi filiación sevillista y que en el equipo de Nervión quizás no brillastes demasiado o todo lo que a ti te hubiera gustado. Pero tu entrega dentro del campo dejó huella en una afición que quizás se volvió demasiado exigente contigo, que te pidió más de lo que realmente tú podías darle. En pocas palabras, que estábais en esferas distintas y eso provocó tu salida física y sentimental. Aunque nunca podremos olvidarnos de todo lo bueno que nos aportastes en todo ese tiempo.

De todas formas, en la distancia, algunos seguimos tu trayectoria en Huelva o en El Ejido, hasta que un día alguien que también tiene ramalazos onubenses, Julio Peguero, se acordó de tí y te convenció (si bien tampoco hacía mucha falta) para que vinieras a Cádiz y de paso te reencontraras con algunos de los que no nos habíamos olvidado del todo de ti.

Menos mal que aceptaste la propuesta porque algunos ahora te están descubriendo. Los que rebosábamos felicidad el domingo sabemos que esto sólo fue el final de una semana irrepetible. Y el principio de algo mejor.