LÍDERES. El Liquigas fue ayer el más rápido. / EFE
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El italiano Pozzato se viste en Granada el primer maillot amarillo

El Liquigas se lleva la crono por delante de un soberbio Euskaltel Sastre araña tres segundos a Contador

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En una tierra que ha sido reino, que ha tenido príncipes, ejércitos, que se encuentra cargada de historia, nada mejor en el estreno de la Vuelta a España que el príncipe Filippo Pozzato para vestirse de amarillo. El equipo Liquigas ganaba la contrarreloj por equipos y el primer hombre que atravesaba la línea de meta era Pozzato, lo que resarcía a la formación italiana de lo sucedido en el Tour de Francia, donde no obtuvieron ningún triunfo, además de tener un borrón debido al positivo con EPO de Manuel Beltrán.

Pozzato llega a la Vuelta metido de lleno en un baile de cifras. La primera de ellas es la altura a la que ha estado concentrado en la localidad italiana de Livigno, a más de dos mil metros, preparando la Vuelta y el Campeonato del Mundo. La segunda, el dinero que va a cobrar en el nuevo equipo ruso Katiusha, que le va a pagar 800.000 euros por cada una de las tres temporadas.

Los líderes estuvieron arropados por sus compañeros, pero a Sastre, Valverde y Contador se le vio delante, tirando del grupo, dando la cara. Finalmente son ellos, y su soledad, a la que deben enfrentarse y superar, la que les conducirá al triunfo. Sólo ganará uno. En el Astana, los dos corredores kazajos del equipo que están en la Vuelta no parece que vayan a resultar de gran ayuda una vez vista la facilidad con la que se descolgaron en 7.700 metros.

La soledad del ciclista, incluso en una contrarreloj por equipos, es algo inherente a este deporte. Cuando vimos a Pozzato de amarillo surgieron a borbotones los retazos de una de esas vidas que parecen predestinadas al éxito desde sus comienzos en este deporte. Fue el mejor corredor juvenil de su época y se convirtió en un especialista en amargarle las carreras a Damiano Cunego. Pasó directamente de juvenil a profesionales, un salto que nunca se sabe si es bueno a malo. Pozzato no ha terminado de explotar en profesionales todo lo que parecía anunciar, a pesar de que ha sido capaz de ganar una Milán-San Remo y dos etapas en el Tour, entre otros logros.