Un joyero muere apuñalado en su propia tienda de la localidad madrileña de Leganés

La Policía investiga si el propietario de la joyería Venya de la localidad madrileña de Leganés, hallado muerto como consecuencia de puñaladas en el interior de su establecimiento, ha muerto víctima de un atraco o en un ajuste de cuentas. La víctima es Salam H.T., de 55 años, origen iraní y nacionalidad española.

Fuentes municipales aseguran que las primeras investigaciones apuntan a lo segundo, mientras que la Jefatura Superior de Policía insiste en que por el momento están abiertas "todas las hipótesis" y se limita a subrayar que, cuando los agentes acudieron al lugar, la joyería estaba cerrada.

Según las mismas fuentes municipales, testigos presenciales vieron salir de la joyería a dos hombres, uno de ellos "rubio, con una mochila negra", que abandonaron el local por la puerta principal y tomaron un autobús en la misma avenida donde se encuentra el establecimiento, con dirección a la cercana localidad de Fuenlabrada.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Leganés , Jesús Gómez, ha explicado que, según la información que él recibió en el lugar del suceso, dos hombres con armas blancas entraron en torno a las 10.30 horas en la joyería, ubicada en el número 36 de la Avenida de Fuenlabrada, y el primer aviso lo dio un trabajador de una tienda cercana, que oyó algo que parecía una pelea.

Familia de joyeros

Víctor, amigo del joyero, ha indicado que el fallecido había sufrido atracos con anterioridad, "pero nunca con agresión", y ha subrayado que "era un bella persona, muy buena de corazón y nunca tuvo un problema con nadie".

Salam pertenecía a una familia de joyeros y dos hermanos suyos trabajan al frente de establecimientos del sector también en la Comunidad de Madrid, según el testimonio de Víctor, a quien la Policía ha informado de que en la joyería no hubo disparos ni golpes.