Una de las instantáneas tomadas por Garí al animal. /EFE
se vio por última vez en los 50

El Gobierno balear confirma que un ejemplar de foca monje ha sido localizado en sus aguas

Un buceador se topó con el animal y lo fotografió este fin de semana en una reserva marina; ahora se confía en que no esté de paso y se asiente en Mallorca

PALMA Actualizado: Guardar
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Estaba siendo, como si dijéramos, una inmersión cualquiera para Álvaro Garí, un buceador de Palma que se encontró con lo inesperado en la reserva marina de la Isla del Toro (Calvià, Mallorca), y lo fotografió. El Govern balear ha confirmado que se trata de un ejemplar de foca monje, uno de los animales más amenazados del mundo, que no se veía por las islas desde 1958.

El conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, ha anunciado que se intentará averiguar su sexo para buscarle pareja en otra colonia e impulsar un plan de recuperación de esta especie en peligro de extinción. También ha revelado que su departamento había recibido, de un mes a esta parte, cuatro avisos de personas que habían visto una foca, aunque no se podía confirmar la especie.

Estos avistamientos confirman, según ha relatado, que el animal se mueve en la parte oeste de la isla, entre los municipios de Calvià y Valldemossa, y especialmente en reservas marinas. El Govern constituirá una comisión para el seguimiento del espécimen. Aún así, se es consciente de que, igual que ha aparecido, la foca puede estar de paso y marchar de nuevo.

Eso sí, "es una noticia cargada de ilusión", ha opinado la directora general de Pesca, Patricia Arbona, ya que se trata de una especie amenazada a escala planetaria.

Cuidado con la almadraba

Por lo que al relato de Garí respecta, el veterano submarinista cuenta que vio "entrar algo grande en la cueva que se encuentra en el lado de poniente de la isla" y se dirigió allí. "Vi algo blanco y pensé que sería algún tipo de ballena o cachalote enfermo o varado, porque estaba quieto", hasta que se revolvio y vio que era una foca, a la que fotografió.

Garí y el invitado sorpresa permanecieron en el interior de la cueva "por unos diez minutos", antes de que otro buceador entrara en el recinto, lo que asustó al animal, que "salió nadando a toda velocidad". Es que el encuentro "fue una sorpresa para los dos".

El buceador ha asegurado que "nunca antes" había visto una foca en la zona y ha advertido del peligro que puede suponer para este espécimen "la almadraba de pesca ubicada en la propia reserva, donde podría quedar enganchado".