MUNDO

Encendido debate electoral en Brasil

La presidenta y Neves se enzarzan en un cruce de acusaciones en la primera intervención televisiva de cara a las elecciones del día 26

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con un debate centrado en la corrupción y en el rumbo económico que deberá seguir Brasil para salir del estancamiento, la presidenta, Dilma Rousseff, y el candidato opositor, Aecio Neves, cruzaron acusaciones la noche del martes durante el primer debate televisivo de los dos competidores para la segunda vuelta electoral que se desarrollará el 26 de octubre.

Según las encuestas, el 51% de votantes se inclinaría por Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el 49% apoyaría a Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT). El sondeo revela que en la próxima ronda, el 64% del total de votantes de la ecologista Marina Silva, que salió tercera en primera vuelta, apoyaría al aspirante opositor y no a la mandataria. La excandidata, que prometió el domingo votar a Neves, se reunió con él para acordar una estrategia de campaña.

El debate, el primero de esta segunda etapa, fue transmitido por la Red Bandeirantes. La presidenta, que llegó primera en primera vuelta y apunta a su reelección, arrancó su intervención al destacar que su Gobierno hizo «el mayor avance en distribución de la riqueza». «Creamos un consumo de masa que benefició a todo el mundo, pero los que más ganaron fueron los más pobres», remarcó. Neves, que salió segundo con ocho puntos menos, admitió que «Brasil avanzó mucho en las últimas décadas», pero denunció que «desde hace cuatro años dejó de mejorar». La paralización habría sido durante el período de Dilma, en su opinión. El postulante espetó a la presidenta que su Ejecutivo «perdió la capacidad de generar confianza, de atraer inversiones» y que la industria tuvo «su peor desempeño en 50 años».

A pesar de los intentos de la mandataria de desmarcarse del escándalo, Neves acusó a Rousseff de la red de corrupción en torno a la petrolera estatal Petrobras. Un exdirectivo de la empresa, detenido por fraude, reveló que se pagaban sobornos a múltiples dirigentes, la mayoría del PT. La presidenta se defendió al recordar los escándalos que mancharon al PSDB cuando Fernando Henrique Cardoso gobernaba el país, y apuntó a la propia gestión de Neves como gobernador en el populoso «estado de Minas Gerais entre 2003 y 2010. Dilma advirtió que en esos casos «ninguno fue castigado». «Están todos en libertad», acusó.

El rival de Rousseff no aceptó la comparación. «No quiera igualarnos. Lo que ocurre en Petrobras jamás fue visto», aseguró Neves en alusión al elevado volumen de dinero ilegal que circuló en las maniobras. La gobernante recordó entonces la denuncia que recayó sobre el candidato por la construcción de un aeropuerto en la localidad de Claudio, en Minas Gerais, en terrenos de un tío suyo y junto a una residencia de descanso de su familia. «No encuentro eso moral ni ético», le disparó la jefa de Estado. También lo denunció por emplear a familiares en esa gestión, una acusación que el exgobernador calificó como «liviana», sin fundamento.