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La reaparición de Kim Jong-un acalla los rumores sobre su estado

El dictador norcoreano reaparece en público ayudado por un bastón para disipar dudas sobre su salud y demostrar que ejerce el poder absoluto

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Ya está aquí. Ya ha llegado. Definitivamente, Kim Jong-un no ha muerto. Ni ha sido víctima de una conspiración para arrebatarle el poder absoluto que ejerce en Corea del Norte. Simplemente, su ausencia las últimas cinco semanas y media se ha debido a algún problema de salud cuya naturaleza no ha trascendido y que le obliga a utilizar un bastón. Ese es el nuevo elemento con el que apareció en todas las fotografías que la agencia de noticias oficial KCNA envió ayer. Las primeras imágenes del presidente que distribuye desde el pasado 3 de septiembre, día en el que Kim acudió al concierto de un grupo local, demuestran que está vivo pero no despejan las dudas sobre qué le ha sucedido. ¿Ha heredado la gota de sus antepasados, se ha lesionado la pierna, o ha sido sometido a una operación quirúrgica?

Teniendo en cuenta que el suyo es el país más hermético del planeta, habrá que esperar a que el órgano de información dé una respuesta a esa pregunta. De momento, lo que las fotografías sí reflejan es que nada ha cambiado en la República Popular: las imágenes muestran a un Kim sonriente que inspecciona una urbanización residencial que acaba de ser construida para acoger a los ingenieros del programa de satélites del país mientras la habitual cohorte de militares y funcionarios que le sigue toma notas de sus directrices en pequeños cuadernos. «Nuestros científicos son héroes que dedican sus vidas a hacer de la nuestra una nación fuerte y próspera», dijo según el periódico oficial 'Rodong'.

Aunque no se sabe cuándo se produjo, con su reaparición Kim deja claro que la hermana comunista de Corea sigue en sus manos, y despeja las dudas que había provocado su larga ausencia. De hecho, funcionarios del Ministerio de Unificación de Corea del Sur mencionados por la agencia Yonhap creen que su inusual aparición con bastón, una prueba de su naturaleza mortal, ha sido forzada para disipar los rumores que habían circulado sobre un posible golpe de Estado. No en vano, el pasado viernes saltaron todas las alarmas por la ausencia de Kim durante la tradicional ofrenda que protagonizaba en el palacio de Kumsusan, con motivo del aniversario de la creación del Partido de los Trabajadores, ante los cadáveres embalsamados de su padre Kim Jong-il y de su abuelo Kim Il-sung, fundador del régimen comunista de Corea del Norte.

No es la primera vez que un dirigente norcoreano no se muestra en público durante semanas. Pero la ausencia de Kim Jong-un llamó la atención porque desde que llegó al poder había estado omnipresente en todos los medios oficiales.