La coalición de Marina Silva demora su toma de postura a favor de Aecio Neves

La agrupación que lidera la ecologista Marina Silva, tercera en las elecciones del pasado domingo en Brasil con un 21,3% de los votos, tiene claro que no llamará a apoyar a la presidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta, que se celebrará el 26 de octubre, pero todavía dudaba ayer si pedir o no a sus seguidores que respalden al que será rival de Rousseff en la nueva ronda, Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

La Red Sustentabilidad, creada por Marina en 2013, es apenas una de las organizaciones de la coalición Unidos por Brasil que encabezó la candidata. El resto de los partidos sigue debatiéndose entre el apoyo a Rousseff, a Neves o la neutralidad. El domingo 5, la presidenta, del Partido de los Trabajdores (PT), ganó con el 41,5% de los votos, contra el 33,5% de Aecio.

Tras una reunión de cuatro horas en la noche del martes, el ejecutivo de la Red, integrado por 24 miembros, concluyó que «la posición es por la no continuidad del actual Gobierno», es decir, que no irán en respaldo de Dilma Rousseff. Sin embargo, tampoco se alcanzó consenso para apoyar a Neves, sobre todo por la resistencia de los más jóvenes, que temen que el líder del PSDB pueda representar un retroceso en materia social. «Queremos un cambio, pero un cambio cualificado, con contenido, con sustancia», dijo el portavoz de la Red, Walter Feldman.

La agrupación convocó al directorio para fijar la posición definitiva, que será revelada hoy por Marina. Se sabe que, a diferencia de su postura en 2010, cuando también salió tercera en las presidenciales, esta vez Silva no quiere ser neutral y se inclinaría por Neves aunque con condiciones. Se habla de acordar la no reelección presidencial y otros aspectos de la política social y ambiental.

Programa económico

Entretanto también se reunieron los integrantes del Partido Socialista Brasileño, el socio más tradicional de la alianza que llevó a Marina a las elecciones. Los socialistas se dividen entre quienes quieren apoyar al Gobierno del PT, quienes están con Aecio y quienes creen que lo más coherente sería liberar el voto para que cada elector decida qué hacer. Estos últimos son mayoría. Otras agrupaciones, aunque de menor peso, como el Partido Popular Socialista, son reacias a mantenerse neutrales y tienen definido su apoyo a Neves.

La presidenta procura en estos momentos reforzar su equipo económico de campaña. Esta semana el Fondo Monetario Internacional rebajó del 1,3% al 0,3% la estimación de crecimiento para este año, uno de los puntos débiles del Gobierno de Rousseff. Consciente de que ese tema será uno de los ejes del debate en este segundo tramo, Dilma aceptó que el ministro de la Casa Civil (jefe de Gabinete), el economista Aloizio Mercadante, tome licencia del cargo para intervenir activamente en la carrera electoral.

El Gobierno busca así tener un defensor de la política económica que pueda debatir con la figura fuerte de Neves en ese campo, el expresidente del Banco Central, Arminio Fraga, mencionado como futuro ministro de Hacienda en caso de que el candidato llegue a la presidencia.

La inflación ha sido una de las principales críticas al Gobierno de Dilma Rousseff, quien en varias ocasiones ha repetido que al final del año el porcentaje volverá dentro de los límites considerados óptimos.