Sánchez Camacho y Rajoy. :: EFE
ESPAÑA

Sardinada con delantal en el Puerto Olímpico de Barcelona

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Desde que Alicia Sánchez Camacho es presidenta de los populares catalanes, Mariano Rajoy asumió el compromiso de viajar una vez al mes a Cataluña. El PP se puso como objetivo abandonar el aislamiento en que vive desde hace casi ocho años en esta comunidad y se propuso además recuperar posiciones políticas, consciente de que un triunfo electoral en España sólo es posible con un PP fuerte en Cataluña. Por ello, y más aún con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, Rajoy ha multiplicado su presencia en Cataluña y casi no hay semana en la que no coja el puente aéreo a la Ciudad Condal.

La última vez que Rajoy visitó Barcelona fue para acudir al funeral del ex presidente del COI Juan Antonio Samaranch, el 22 de abril. Ese mismo día, víspera de Sant Jordi, el líder de la oposición asistió a la presentación de un libro del ex ministro Juan Costa, donde se dio un pequeño baño de multitudes. Ayer, tras reunirse en el Palau de la Generalitat con José Montilla, Rajoy volvió a dárselo y se encontró con los suyos en una sardinada popular, organizada por su partido en el Puerto Olímpico de Barcelona. Fue una forma de reparar su ausencia en la Feria de Abril de Barcelona, a la que no pudo acudir por razones de agenda.

Rajoy, más relajado que durante la reunión con Montilla, compartió mesa y mantel con un centenar de militantes del partido en Cataluña. Incluso, con espumadera en mano y delantal con la cara de Sánchez Camacho por encima del traje y la corbata, ayudó a cocinar sardinas, acompañado por la presidenta del PP catalán y otros dirigentes del partido en esa comunidad.