Madrid-Lisboa, límite 55 horas

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Sin dormir, sin descansar, sin parar… y con un límite de 55 horas. Ese es el desafío de la PoweradeIon4 Non Stop Madrid-Lisboa, que se está celebrando este fin de semana y que pretende unir los 770 kilómetros que separan estas dos capitales sobre una bicicleta de montaña por senderos y pistas. Una aventura emocionante y abierta a los aficionados de la MTB que quieran vivirla… y que tengan buenas piernas, claro. “Para nosotros es un reto, un desafío que nos hemos marcado”, señala Jorge Torres miembro del equipo CDC Non Stop. “Pero también es una forma de divertirnos, de conocer gente y de vivir una experiencia”, añade.

Un total de 634 participantes, en equipos de 2, 3 o 4 integrantes -y 19 ‘locos’ en solitario-, esperan ‘disfrutar’ sobre la bicicleta durante este fin de semana con el único objetivo de llegar a Lisboa. “Hay gente muy profesional, pero el 90 por ciento de los participantes aspiramos a llegar a meta”, reconoce Carlos Arias, miembro del equipo CDC Non Stop. “El año pasado no pudimos conseguirlo por la lesión de un compañero y este año el único objetivo es llegar a meta”, matiza.

Este desafío a la resistencia verá cómo los corredores unen Madrid y Lisboa por senderos, caminos rurales y forestales, con un desnivel positivo de 6.000 metros. “Las primeras etapas son las más complicadas por el desnivel, pero en las siguientes la dificultad es el cansancio acumulado, correr de noche, las carreteras -más de las que nos gustaría-…”, señala Jorge Torres. Y es que los corredores unen las dos capitales en 10 tramos con la posibilidad de realizar relevos exclusivamente en los puntos de hidratación intermedios, lo que obliga a los equipos a montar toda una logística que acompañe a los ciclistas.

“Nosotros somos tres corredores y un conductor -Antonio Osuna- que une a los dos corredores que no cubren el tramo a bicicleta. Vamos con una auto caravana y por lo menos tienes algo de tiempo para descansar, hidratarte, comer y echar una cabezadita”, reconoce entre risas Francisco Paniagua, el tercer miembro del equipo madrileño. “El año pasado fuimos sin conductor y éramos nosotros mismos los que íbamos de un tramo a otro en coche mientras el otro corría en bicicleta, pero nos dimos cuenta de que era agotador”, añade Jorge Torres.

Y es que participar en esta prueba es un reto para el cuerpo y para el bolsillo, ya que entre las inscripciones (unos 200 euros por participante), el alquiler de la auto caravana, el material para las bicicletas, comida, gasolina y demás necesidades básicas “cada uno nos vamos a gastar unos 700 euros”, confiesan estos tres valientes que han seguido un plan específico de entrenamiento para preparar la prueba. “En los últimos días hemos estado haciendo rutas de 60-70 kilómetros por la noche para acostumbrarnos y en habré hecho unos 3.500 kilómetros (299 horas) sólo como preparación para la PoweradeIon4 Non Stop Madrid-Lisboa", explica Jorge.

Equipación de los participantes

Durante las etapas, cada corredor debe llevar además de la bicicleta y el caso, “comida, bebida, un GPS, un teléfono móvil, herramientas, recambios e incluso una manta térmica. Llevamos más cosas que en una salida normal de fin de semana y vamos con más precaución, porque un fallo de cualquiera implica el perjuicio de todo el equipo y el objetivo es completar el reto”, señalan.

Y claro, ante semejante reto es inevitable pensar en la familia que se queda en casa. “Nos dicen que somos unos locos, pero como ya nos conocen y saben que es lo que nos gustan”, dicen entre risas. “además, la prueba se puede seguir por GPS y satélite y cronometraje con actualización en redes sociales para que todos tus amigos y familiares sepan en tiempo real de tus andanzas”, se defienden. Incluso algunos familiares acaban “más cansados” que estos 634 aventureros “porque siguen la prueba día y noche”. Sin duda, un desafío solo para valientes.