El Estado apenas logra recuperar el 3% de las ayudas a la banca, que llegan a 61.495 millones

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El saldo definitivo de las ayudas públicas al sector financiero español aún tardará varios años en cerrarse, pero la evolución se antoja claramente muy negativa. De 2009 a 2013, los fondos aportados por el erario a bancos y cajas de ahorros ascendieron a 61.495 millones de euros, de los cuales sólo se han logrado recuperar hasta ahora 1.760 millones –la mitad correspondiente al dinero que se dio por Banca Cívica-, es decir, el 2,86%, según anunció este jueves el Banco de España. No obstante, sumando la parte correspondiente al préstamo recibido de la UE a finales de 2012 para sanear la banca –y que ahora se ha empezado a devolver-, la cuantía se elevaría 104.000 millones.

Dentro de ese montante se cuentan tanto las aportaciones directas del Estado, como las indirectas a través del Fondo de Garantía de Depósitos en Entidades de Crédito (FGDEC), que es considerado por Bruselas como público porque, aunque se nutre de las entidades, es gestionado por el Banco de España. Se cuentan, a su vez, los avales y esquemas de protección de carteras de activos (EPA) –garantías frente a la morosidad arrastrada en las que hasta ahora se han perdido 7.888 millones–, como el que se estudia para la subasta de Catalunya Banc.

A ello hay que sumar la inyección de 2.192 millones que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha hecho al llamado banco ‘malo’ (la Sareb) y las líneas de préstamos.

El Estado, además, tiene avaladas emisiones de deuda de las entidades financieras por valor de 32.086 millones, la mayoría procedentes de 2009 y 2010 cuando aquellas tenían serias dificultades para acudir a los mercados. Tampoco cuenta en esos 61.500 millones referidos el dinero que les prestó para obtener liquidez (16.300 millones), pues ya fue devuelto en su totalidad.

A su vez, el FGDEC tiene comprometidos otros 1.800 millones por la compra de las polémicas participaciones preferentes de Novagalicia Banco y Catalunya Banc, que resultaron ruinosas. A su vez, el FROB tiene comprometidos otros 188 millones pendientes de que se revisen las condiciones de comercialización de los instrumentos híbridos del Banco CEISS que están en manos de los inversores minoristas que acudieron a su ampliación capital.

Un saldo que podría ser mayor

La suma provisional facilitada por el Banco de España, que no computa cantidad alguna correspondiente a 2014, dista bastante de las otras cantidades que se conocían hasta ahora. De un lado, el Tribunal de Cuentas cuantificó en uno de sus últimos informes que esas ayudas públicas a la banca ascendían a un total de 92.612 millones de euros en el mismo período (2009-2013), en la medida que incluía también todas las aportaciones de los dos instrumentos citados antes: 32.267 del Fondo de Garantía y otros 60.345 del Fondo de Reestructuración Bancaria.

UGT, por su parte, cuantificaba el conjunto de las aportaciones públicas a las entidades financieras en 167.460 millones de euros, según un reciente estudio de su Federación de Servicios. Para ello sumaba a las inyecciones directas de capital tanto las emisiones de deuda bancaria avaladas por el Tesoro Público (51.532 millones) como los activos inmobiliarios ´tóxicos’ adquiridos por la Sareb (por importe de 22.794 millones), el conjunto de las líneas de liquidez facilitadas (3.099 millones) y, además, la totalidad de los esquemas de protección de activos facilitados (28.667 millones). No obstante, algunas de esas ayudas contabilizadas por el sindicato no suponen un desembolso inmediato, sino una póliza de riesgo a futuro.