El Zamora aseguró el título de campeón

La Liga se la lleva el equipo que tiene al Zamora. Lo lógico: si encajas menos y marcas, casi, lo mismo lo normal es ser el mejor equipo al final del campeonato. Otro 17 de mayo feliz para el Atlético, aunque Thibaut Courtois tuvo mucho más trabajo en el Santiago Bernabéu en 2013 que en la ‘final’ del Camp Nou. El título se jugaba entre dos equipos en los que el portero ha sido vigilado, aunque por motivos bien distinto. En el equipo local, porque genera dudas y su titularidad se ha debido a la lesión de Victor Valdés. En el visitante, porque ha sido el pilar sobre el que se han sujetado sus compañeros cuando han tenido problemas. El Zamora de un equipo que defiende como nadie y en el que el belga es el último guardián del éxito rival. Thibaut Courtois es el primer no español que gana el Trofeo Zamora en dos temporadas consecutivas.

El duelo arrancó con Pinto agitado, pero fue capaz de no meter la mano en un cabezazo junto al poste de Miranda que se iba fuera. Conceder un córner contra el Atlético podía ser clave. Poco después, Adriano puso a prueba a Courtois desde lejos, sin ningún problema para el belga rodilla en tierra. El Atlético se quedó ‘groggy’, después de las lesiones de Diego Costa y Arda Turan. La defensa no se había movido, pero si dos de las referencias ofensivas. Dos centros desde los costados azulgrana fueron cabeceados desviados por Alexis y Pedro. Sin peligro para Courtois, que ni se movió.

Pinto provocó algún silencio entre sus aficionados cuando recibió de sus centrales y tuvo que jugar con el pie. Ese ha sido el punto débil del portero y en una final así se notaba aún más. Y a la media hora de partido, Alexis soltó un derechazo que se coló por el palo corto de la meta atlética tras un control defectuoso de Messi en un balón puesto al área por Cesc. Un misil a la escuadra que nadie se lo esperaba. Sólo el chileno, que anotó su decimoséptimo tanto en el Camp Nou.

Pinto metió los puños en un córner en el 43’ y dos minutos después estuvo cerca de meterse la pelota en su portería en otro saque de esquina ante la posición de Miranda. El andaluz seguía transmitiendo inseguridad pero alcanzó el descanso con la meta a cero. Se asustó nada más regresar de la caseta, cuando Villa disparó al poste con la izquierda al girarse dentro del área. Después del asturiano se durmió con un balón de Adrián que le dejó ante el meta, que quiso despejar con el pie. En el córner, marcó Godín. Entrando desde atrás, sólo cabeceó abajo haciendo imposible la reacción de Pinto. El Barça acusó el golpe, también Pinto que incrementó sus nervios. Cada vez que tenía que intervenir, sus aficionados murmuraban.

En el área rojiblanca Courtois apenas tenía que intervenir, pero se quedó congelado cuando Messi marcó de volea tras un balón colgado. Pareció fuera de juego y el belga suspiró. Pese a que la tensión era impresionante, hubo quince minutos de relativa tranquilidad. Apenas un balón colgado hacia Neymar que tuvo que atrapar junto al punto de penalti. Cuando restaban diez, Alves puso a prueba a Thibaut, pero el disparo lejano fue repelido de puños a córner por el meta. Antes de que Piqué se colocase de ariete, Alves puso los pies para despejar en el primer palo un córner cerrado de Sosa que casi se traga el productor musical que habita bajo palos de la meta azulgrana. Los segundos se iban consumiendo, de modo veloz para Pinto y con demasiada pausa para Courtois. Adriano hizo un centro abierto que se paseó por el área visitante. En la prolongación hubo un córner a favor del Barcelona y subió Pinto, que ni rozó la pelota. El duelo estaba decidido. En cuanto Mateu Lahoz decretó el final Courtois, como todos sus compañeros, salió corriendo a abrazar a los suyos. Otro 17 de mayo feliz para el Atlético. Y para Courtois, que no sabe si podrá volver a jugar otro partido de Liga en el Calderón. El Chelsea, al que amargó en semifinales de Champions, le requiere. Quizá le suceda lo mismo a Pinto, que posiblemente no renovará su contrato con el club catalán.